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EL CAMINO Y LA CRISIS

Colaboración especial de josemgonzalo@telefonica.net

I

Cuando hacemos el camino, solemos vivir un tanto despreocupados de los acontecimientos del mundo, de los que apenas tenemos vagas noticias al hojear algún periódico o escuchar de trasfondo la tele, mientras esperamos que nos sirvan alguna comida, o la reposamos tras haber dado cuenta de ella, en un bar de algún pueblo, a veces perdido, en un rincón de esta mágica ruta. Tenemos suficiente con disfrutar del paisaje, de los ríos y las montañas, del sol, de la lluvia y del barro, del cansancio y la fatiga, del románico, de las gentes que encontramos, de los peregrinos que nos acompañan. De los seis años anteriores en los que he hecho el camino no tengo recuerdo de noticia o acontecimiento relevante alguno.

El camino 2012, que transcurrió por tierras de Huesca y Navarra (en mi caso desde Somport hasta Estella) nos quedó marcado, sin embargo, por una noticia que recibimos el día 7 de mayo, mediante llamada telefónica, cuando transitábamos, bajo una persistente lluvia, entre Monreal y Sangüesa: Había dimitido el presidente de Bankia, sería nombrado uno nuevo y a la entidad se le inyectarían miles de millones de euros para su saneamiento.

La noticia nos afectaba por cuanto tres de los peregrinos hemos trabajado en una entidad financiera ahora integrada en Bankia, y el cuarto todavía lo hace. Estaba claro que este año, no podíamos librarnos de la crisis. Y es precisamente la crisis, la que me ha dado la idea para escribir unas líneas para que Michel las incluya en la web que tanto mima. Pero lo haré cambiando el tono con el que he empezado y pasaré de la tragedia al humor (si es grueso mejor que fino) que es lo que mejor se me da, o eso creo, cuando escribo estos relatos.

II

De unos años a esta parte, el camino ha cambiado bastante en muchos aspectos y uno de ellos es el de las infraestructuras: los albergues son mejores y más limpios, la señalización excelente, el acondicionamiento de las zonas más complicadas del trayecto, como los descensos pronunciados o el cruce de los ríos, se ha llevado a cabo mediante pequeñas y primorosas infraestructuras, como puentes de madera de diseño sustentados sobre anclajes de hormigón , barandillas artesanas de troncos de madera tratada, muretes de contención o escaleras de piedra. Por supuesto, nada comparable a los aeropuertos de Ciudad Real o Castellón o la Ciudad de la Luz y del Cine de Alicante, pero bastante más práctico y digno.

Y claro, todo esto se ha podido ejecutar gracias a las consignaciones presupuestarias de las Administraciones Públicas - sobre todo Comunidades Autónomas afectadas y Ayuntamientos - en tiempos en los que gastar (algunas veces también invertir) estaba bien visto - y además se hacía con dinero prestado que, para más inri, costaba poquísimo porque los mercados todavía no habían descubierto que prestar dinero a quien no puede pagarlo no es una buena práctica económica. Y de paso es posible que en alguna de estas pequeñas obras, alguna comisioncilla se haya desviado a los bolsillos de algún político corrupto, que de todo hay en la viña del Señor. Un compañero peregrino (no revelaré su nombre para no comprometerlo) está convencido de que toda obra pública en España conlleva lucro ilícito para algún mequetrefe.

Pero bueno, estas mejoras del Camino son a la postre positivas, pues dan buena imagen y generan comodidades y por eso te produce rabia cuando encuentras algún destrozo en las instalaciones mencionadas, o pintadas, o deshechos arrojados inconscientemente en cualquier parte.

III

Hay desperfectos que seguramente se deben al uso descuidado de maquinaria agrícola, pero la mayoría de los desaguisados los producen las manos de desaprensivos, algunos con poco cerebro, otros con poca educación y otros que, aunque creen tener ambas cualidades, carecen de ellas y piensan que el mundo les pertenece y que el estado del bienestar consiste en no dar un palo al agua, en que les lleven el sueldo a su casa y además poder disponer de los bienes públicos como les venga en gana, por ejemplo ensuciándolos o destrozándolos, actos que les deben producir una satisfacción orgásmica de elevado voltaje.

Yo no sé si a algún peregrino se le pueden atribuir tamaños desafueros, pero estoy convencido de que sí, porque en otra de las cosas en que ha cambiado el camino de Santiago es en la masificación. La oficina del peregrino de Santiago de Compostela facilita, en su página web, unas estadísticas bastante completas sobre el número de peregrinos, de las que he extractado los siguientes datos:

Año Españoles Extranjeros Total Incremento
2007 55.326 58.700 114.026 13,6
2008 61.112 64.029 125.141 9,7
2009 79.007 66.870 145.877 16,6
2010 188.089 84.046 272.135 86,6
2011 97.822 85.544 183.366 -32,6

Olvidándonos del incremento coyuntural del año 2010 que fue año santo, tenemos que en el último quinquenio (2006/2011) el número de peregrinos ha pasado de 100.377 a 183.366 con una tasa de incremento anual constante del 8,3%. Los cinco principales países aportadotes de peregrinos son:

País 2007 2011
Alemania 13.837 16.596
Italia 10.275 12.183
Portugal 4.001 8.649
Francia 6.982 8.166
Estados Unidos 2.229 3.726

Y lo normal es que esta tendencia al crecimiento acelerado continúe, pues el Camino constituye una forma de hacer turismo, con un toque de aventura, a precios sumamente bajos, lo que constituye un atractivo en tiempos de crisis.

IV

Y yo me pregunto que cómo no se le ha ocurrido a nadie (que seguro que sí, aunque yo no he visto ni leído propuestas) en los tiempos que corren - donde ya estamos habituados al céntimo sanitario, el euro por consulta, la subida "temporal" de impuestos, los recortes en sanidad, educación... y no sigo porque no acabaría - proponer algún tipo de tasa, gravamen o sanción a esta clase de turismo que, al parecer, es lo único que crece.

A mi el asunto me parece de cajón y a modo de ejemplo, voy a detallar varias propuestas que contribuirían no ya solo a mantener limpias y en buen estado las infraestructuras del Camino, sino también a mejorar los ingresos de las Administraciones de las que depende.

La primera sería un gravamen transitorio - hasta que el déficit público en España quede reducido a cero - que afectaría a todos los peregrinos y consistiría en el pago de 5 euros en efectivo en el momento de adquirir la compostelana y que se destinaría a los Ayuntamientos (1 euro), a la Comunidad autónoma (1 euro) y al Estado (3 euros). Algunas comunidades se quedarían sin ingresos por este concepto, como la catalana, pero, que se chinguen o que inventen un camino nuevo como hemos hecho en Segovia con el de San Frutos.

La segunda consistiría en una tasa a cobrar en función del origen o país de procedencia del peregrino y debería ser lo suficientemente efectiva para que les dé donde más les duela o, lo que es lo mismo, que recaude el máximo de ingresos con el mínimo esfuerzo. Su importe se destinaría íntegramente a reducir el déficit público del Estado.

Y la tercera y última consistiría en la imposición de sanciones a los peregrinos que cometieran actos impropios o vandálicos durante la peregrinación. La recaudación se destinaría en su totalidad a la Administración que tenga a su cargo la conservación del trayecto del camino afectado

La primera medida parece que no necesita más explicación pero sí voy a extenderme un poco más en la segunda y tercera.

V

Alemania es, con diferencia, el primer país en aportación de peregrinos. En mi relato de 2008 ( http://217.125.36.140/indice/cs2008/cs200801.html ) ya expliqué el efecto que en el país habían tenido un libro best-seller sobre el Camino del humorista alemán Hape Kerkelin y un reality-show de la cadena de televisión ProSieben sobre el mismo tema.

Aparte de los motivos de la afición de los alemanes al Camino, el caso es que mientras su ilustre canciller Sra Merkel nos aprieta las clavijas hasta hacernos perder el resuello, miles de sus conciudadanos vienen a España cada año, deambulan por el camino, se alojan, comen y beben por cuatro duros, mean y giñan gratis (en Alemania no lo harías por menos de 0,50 euros en lugar destinado al efecto; en otro no puedes o te sancionan) y luego se vuelven a su país diciendo que los españoles nos pasamos el tiempo rascándonos los huevos.

Esto se tiene que acabar. A partir de ya, cada alemán que venga al camino pagará un impuesto variable en función de la prima de riesgo española según la siguiente fórmula:

                                        Ipa = P x N   donde
                                                   100

Ipa: Impuesto sobre el peregrino alemán
P: Prima de riesgo española en la fecha de inicio de la peregrinación.
N: Número de días de duración de la peregrinación

Así, un alemán que peregrinase durante ocho días siendo la prima de riesgo de 430 puntos básicos el primer día, pagaría

(430 x 8)/100 = 34,40 euros.

Pero para que la Sra Merkel y su sabueso en el BCE, Sr. Jörg Asmussen, vean que no somos rencorosos, España se comprometería, con dos cojones, a devolverles la parte correspondiente si el resultante de la formula fuese negativo, porque también lo fuera la prima de riesgo, y España pudiera financiarse a tipos inferiores a los alemanes.

VI

Alemania ha merecido capítulo aparte, pero hay otros países a los que, siquiera sea de pasada, deben mencionarse. Italia y Portugal son los siguientes del ranking de peregrinos extranjeros a Santiago, pero, por solidaridad, con la crisis que están pasando, que tampoco es manca, sería partidario de eximirles de la tasa específica por origen. A los franceses también sería partidario de darles un periodo de carencia a ver si pueden echarnos una mano para domeñar a la Merkel, pero si no lo consiguen en un periodo prudencial, pues, nada, leña al gabacho. Ya se estudiaría la fórmula a aplicarles.

Pero ¿qué me dicen de los siguientes del ranking, los norteamericanos? O sea que estos pollos se gastan dinero a espuertas en guerritas por aquí, guerritas por allí, cohetitos a la Luna y a Marte, coches de gran cilindrada, calefacción que te asas en invierno, aire acondicionado que te congelas en verano, y ¡vienen aquí a disfrutar igual que los alemanes! Pero ¿de qué van? A estos, impuesto fijo y lineal por las buenas: 50 euros por hacer el camino.

No aparecen en el ranking anterior, pero ya estoy yo aquí para decíroslo, que los japoneses ocuparon en 2011 el puesto número 22 del ranking, con 877 peregrinos. Como ustedes saben la afición de estos señores es la fotografía y no se limitan a disparar sobre los monumentos o lugares y paisajes de gran belleza, sino que lo hacen de forma compulsiva sobre cualquier objeto al alcance de su vista. Por esta razón propongo que, en su caso, la tasa consista en un céntimo por cada foto realizada sobre objeto carente de interés (taza de water, botella de coca cola, cerrojo, letrero de "abierto" "cerrado", colilla de cigarro, acera desportillada., etc.) y que podrían realizar en su país sin necesidad de venir a España. Tengan por seguro que, a pesar del escaso número de peregrinos, la recaudación sería importante

En el caso de que las propuestas que estoy haciendo tuvieran eco entre las autoridades pertinentes, me ofrezco a proponer la tasa sobre otros países

VII

En el capítulo de sanciones, no merece la pena extenderse mucho y deberían ser las autoridades locales, conocedoras de los problemas que afectan al tramo bajo su jurisdicción, las que establecieran la gradación de las mismas. Pero, a título de ejemplo, sugiero:

  • Por arrancar señales o mojones indicativos, dañar paneles informativos, escribir graffiti sobre ellos o sobre monumentos: entre 150 y 500 euros en función de la valoración de los daños producidos.
  • Por arrojar escombros o basuras, multas entre 5 euros (para objetos menores como colillas o botellas de plástico) y 200 (para los mayores como bañeras o escombros de obra)
  • Hacer sus necesidades fuera del tiesto en los albergues ya sean públicos o privados, 50 euros
  • Dedicarse a hacer chorradas poniendo palitos o piedrecitas o incrustando exvotos en las grietas de las paredes de monumentos, 25 euros. No obstante si como consecuencia de estos actos resultara una obra de valor artístico, podría perdonárseles la sanción o incluso hacérseles un reconocimiento a su creatividad.

Las sanciones podrían canjearse por la realización de trabajos consistentes en la limpieza de lo ensuciado, reparación de lo destrozado o dañado, vigilancia del cumplimiento de la de la normativa de urbanidad por los peregrinos, etc. Es decir, una especie de redención de penas que, además tendría afectos educativos sobre el infractor.

VIII

Y concluyo mi relato con el deseo de que estas propuestas, tan sensatas y fáciles de implantar, no caigan en saco roto, sean atendidas por las autoridades competentes y puestas en práctica sin dilación. Y para ilustrar un poco lo dicho, ahí va un breve reportaje gráfico (sólo siete fotografías) del camino 2012:

Foto nº 1: Tramo del Camino en la bajada desde el puerto de Somport, con barandillas de protección de madera tratada

Foto nº 2: Panel informativo sobre las ruinas del Monasterio Hospital de Santa Cristina de Somport, muy cerca del puerto

Foto nº 3: Puente de madera a unos seis kilómetros después de Jaca

Foto nº 4: Letrero del Ayuntamiento de Castiello de Jaca, recordando los actos que están prohibidos

Foto nº 5: Bidón de plástico y lata de cerveza abandonados en fuente artesanal y artística

Foto nº 6: Un grupo de peregrinos cenamos digna y abundantemente, a base de macarrones y salchichas,  en el albergue de Arres ( pueblo de 8 habitantes de la provincia de Huesca). La comida mas el alojamiento gratis. Al salir al día siguiente cada peregrino dejaba, si le apetecía, la voluntad

Foto nº 7: Formaciones ornamentales construidas por los peregrinos a base de amontonar guijarros de diversos tamaños

Segovia, Octubre de 2012