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Mi primer Camino

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CAMINO DE SANTIAGO 2003

Desde Villafranca del Bierzo a Santiago de Compostela


MI PRIMER CAMINO DE SANTIAGO

I

    Claude Deriaz, de nacionalidad suiza, 67 años de edad y agente inmobiliario de profesión, fue el primer peregrino, ajeno a nuestro grupo, que conocí en el camino que anduve desde Villafranca del Bierzo a Santiago de Compostela entre los días 9 y 17 de mayo de 2.003.

    Lo vi por primera vez a las once menos dos minutos de la noche al entrar en el refugio de Jesús Jato en la mencionada ciudad de origen, sentado en una de las dos o tres mesas de bodega que albergaba el recibidor, escribiendo en un ordenador portátil; con gafas y barba cuidada ofrecía aspecto de intelectual.

    Al día siguiente, cuando aproximadamente llevaba una hora caminando con la pesada mochila a la espalda, con destino a la primera estación en Trabadelo, me alcanzó con andar decidido arrastrando un carrito – magnífico, por cierto – en el que alojaba la mochila y otros utensilios requeridos para el viaje.

    Durante un breve espacio de tiempo caminamos juntos y tras romper la resistencia a expresarme en idioma francés, bastante oxidado por falta de práctica, conocí que había iniciado su viaje a Santiago en Ginebra aproximadamente – no recuerdo la cifra exacta – ochenta días antes.

    Durante los días siguientes coincidímos varias veces con el Sr. Deriaz quien, formando ya grupo con otros caminantes portadores de carritos, aparecía y desaparecía, cual Guadiana, por la diferenciación de ruta requerida por el medio de transporte utilizado.

    Lo vi por última vez en la terraza del hotel O Pino, ya cerca de Pedrouzo; mientras tomaba una cerveza con Angel y Marino, esperando para comer a los rezagados, me contó que ya había soportado tres operaciones de corazón – leves, para implantación de válvulas – y otra, reciente, para extirparle un cáncer linfático, seguida del consiguiente tratamiento de quimioterapia.

    Puede imaginar el lector que el Sr. Deriaz fue de los peregrinos que más llamó mi atención, pero quiero mencionar también a otros que aportan idea sobre la variedad de personajes – y sus íntimas motivaciones – que acometen la aventura del camino de Santiago:

  • La familia compuesta por Carol y Mark con sus hijas Maya y Rosita – de Colorado , USA – cuyos largos viajes de seis meses de duración por paises lejanos, con intervalos de cinco años, forman parte de su estilo de vida.
  • Rosa, italiana, con marido generoso, madre de tres hijas que junto a su hermana Ana, ella con tres hijos, emprendió la aventura en St. Jean de Pied de Port lo que implica no menos de cinco semanas de camino;
  • Josef, joven padre de familia austriaco, curtido por el trabajo asociado a los cuidados de los glaciares, que partió del mismo punto de origen y que no dejó de insistirme en que le llamara si alguna vez me daba por acudir a esquiar a la estación de SKIARENA KARTEN;
  • Katrin, Simone, Ari, Miriam y Paolo ... y por último Clare, joven irlandesa, de pelo corto, tez blanca por la protección de las cremas, excepto la punta de la nariz y los carrillos, rojos como un tomate, y siempre sonriente, características que le conferían el aspecto de niño noble y travieso y con la que más puntos de coincidencia tuvimos, desde la salida de Villafranca hasta la comida del día 17 en Santiago.

el Sr. Deriaz, en el centro de la foto
partida de futbolin con Maia y Rosita
Claire charla amigablemente con Primitivo
Michel y Paco escuchan atentamente a Josef