Saludos cordiales Peregrinos/as o al menos lectores de estas páginas.

Otra vez nos juntamos un grupo de amigos para realizar en este mes de Mayo parte del Camino de Santiago y una vez más le toca escribir un saludo y una invitación a modo de prologo al que suscribe.

“El camino es el FIN, y la tierra polvorienta y de asfalto es el MEDIO de transitar por él”, que leí en alguna parte, y es cierto, y este año nos vamos a meter un par de jornadas más de las habituales para el cuerpo.

Efectivamente este año iniciaremos la ruta en ASTORGA (famosa población que se unía con BURDEOS a través de la Vía Aquitania) y recorreremos un total de 260 kms, “casi na”.

Aunque es ya mi cuarto Camino, resulta curioso que aún a pesar de realizar siempre las mismas etapas, cada año sucede algo nuevo, nuevos compañeros, nuevos peregrinos, nuevas situaciones, lluvia unas veces, otras sol, frío en ocasiones, en otras calor ... en fin, que en ningún momento se hace tedioso y repetitivo ... ¿por qué hacemos las mismas etapas?. No lo sé, rutina, confianza, recorrer los mismos lugares, saludar las mismas gentes que con tanto cariño nos tratan, o quizás, que así no nos perdemos porque, eso si, personalmente siempre me pierdo, así he tenido que hacer en algunas etapas hasta 5 o 6 kms de más y los que sabéis de esto os aseguro que son muchísimos.

Solo espero que este año Xacobeo (siempre que el día de Santiago cae en Domingo, desde que lo instauró en 1122 el Papa Calixto II), vuelvan a pintar, como ya hizo el Padre Valiña, sacerdote de O Cebreiro, allá por los años 70, esas flechitas amarillas, tan amigables compañeras de viaje así como las vieiras que marcan kilómetro a kilómetro según van estos disminuyendo, indicando los que faltan para Santiago.

En las páginas siguientes notaréis los grandes cambios que se han producido en nuestra guía en la que se describen las diferentes etapas con sus altitudes, dificultad, albergues, etc., fruto del trabajo de campo de estos años y del ánimo de estos infatigables y siempre bien hallados compañeros.

Animaros a realizar el Camino y si coincidís con nosotros mejor que mejor, no temáis por vuestras ampollas, tendinitis, que ya somos expertos en ello, y además este año tendremos auxiliares y voluntarios a lo largo de todo el camino …

Y como dice el titulo de un trabajo de Sanchez Dragó: “el camino del corazón”, es éste el que te va a ayudar a terminarle y llegar a Santiago a recoger esa credencial, “LA COMPOSTELANA”, salvoconducto que en otros tiempos otorgaba protección, exención de tributos de portazgos, peajes, etc., y utilizado hoy para conseguir reducciones de precio en los medios de transporte de vuelta a casa.

Y sobre todo, no te pierdas la misa del peregrino que te sorprenderá en esos momentos en los que el Obispo, con gran solemnidad, nombrará la procedencia de todos y cada uno de los peregrinos, su origen, desde dónde partieron, y que tu has ido conociendo a lo largo del camino. Te recorre un escalofrío por todo el cuerpo difícil de explicar. (Personalmente, he estado en Santiago en varias ocasiones y sólo me ha sucedido en las que iba como peregrino).

Espero que este prologo y esta guía “casera” os disipen las dudas que tuvierais de acometer el Camino, aunque deberéis tener en cuenta que: “el que hace el camino una vez, lo normal es que repita”.

Saludos.