Bar.

Cafetería - Bar El horno de Eladia. Desayunos, pastelería, heladería, productos típicos. Restaurante Los Mesones.

Alojamientos:
Albergue El Delfín Verde. Esta justo nada mas cruzar el puente sobre el río a la mano izda. Para la recepción, atienden en el establecimiento de hostelería del mismo nombre que esta ubicado justo antes del albergue. Plazas: 20 en literas y 4 en camas en habitaciones de dos personas. Contacto: Tlfnos: 987 312 065 y 987 312 137.
Albergue San Pelayo. Se abre a las 12 y se cierra a las 23 horas. Abierto todo el año. Plazas: 64 plazas (en literas). Refugio de peregrinos muy bien acondicionado. Contacto: Julio García Tfno.: 650 918 281.
Hostal El Delfín Verde*. 23 habitaciones.
Hostal La Montaña*. 16 habitaciones.

Se accede por un puente de veinte ojos, sobre el rio Porma. Al salir del puente, a la izquierda está el edificio del Hospital de Peregrinos, del siglo XVI, en el que en aquella época había un borrico para trasladar a los peregrinos enfermos hasta León.

Alojamientos:
Albergue La Torre. Junto a la Iglesia. Abierto todo el año. 12 plazas en literas. Tres habitaciones dobles y una triple. Contacto: Café Bar La Torre Tfnos. 987 205 896 y 669 660 914 .

Bar.

Todo tipo de servicios.

Alojamientos:
Albergue Ciudad de León. Albergue que el Ayuntamiento de León ha organizado y dotado de buenas instalaciones para los peregrinos. Se abre a las 12.30 y no se cierra. Dirección: Campos Góticos s/n León. Abierto todo el año. 64 plazas en literas. Bien atendido. Contacto: Tel. 987 081 832/33 Luis Domingo Martínez.
Albergue de Peregrinos de las RRMM Benedictinas. Está ubicado frente al colegio y al monasterio del mismo nombre. Abre a las 11 y cierra a las 22 horas. Pza. Santa María del Camino. Abierto todo el año. En verano 180 personas. El resto del año, 60. Refugio de peregrinos muy bien acondicionado. Contacto: Tel. 680 649 289. Lo regentan los hospitaleros voluntarios.

La entrada a la señorial capital leonesa es pesada, como en todas la grandes ciudades del Camino. Pero merece la pena llegar para disfrutar de sus monumentos.
La Catedral, del siglo XIII. Es, sin duda, la obra maestra del gótico español, inspirada en las grandes catedrales del norte de Francia. Sus impresionantes vidrieras son dignas de horas de observación. Es conocida con el nombre de 'Pulchra leonina'.
La catedral consiste en una planta de cruz latina, una nave, un deambulatorio y cinco ábsides radiales que albergan otras tantas capillas. Además de las vidrieras (que llegan a alcanzar una altura de 12 metros en el ábside) hay que destacar el coro y sus sitiales de nogal negro del siglo XV; la Capilla Mayor, del siglo XVI, detrás de la cual hay frescos de influencia italiana del siglo XIV.
La Real Basílica de San Isidoro del siglo XI. El románico hecho arte arquitectónico. La iglesia consta de una planta de cruz latina, con tres naves y tres ábsides, rematado con torre cuadrada, la Torre del Gallo. El Pórtico de los Reyes cubre el Panteón de los Reyes, donde reposan 23 monarcas. En los techos y las paredes del Panteón de los Reyes, encontramos uno de los ejemplos bellísimos del fresco románico de España. El techo del Panteón se divide en tres partes, el fresco se extiende en todos los techos, aprovecha al máximo del espacio limitado de las paredes hasta la parte superior de los capiteles. En su techo central, existe una figura de Cristo y, luego le siguen los cuatros evangelios, San Mateo en la figura del hombre con las alas, San Lucas en la figura de toro, San Marcos como el león, y San Juan como el águila, hasta la parte superior de las columnas.
El Hostal de San Marcos. Plateresco de entre los siglos XVI y XVIII.
El que hoy es Parador Nacional de Turismo es uno de los monumentos barrocos más ligados a las peregrinaciones santiaguesas de la ciudad de León. Las obras del monasterio fueron iniciadas en 1513. El edificio albergó la sede principal de la Orden Militar de Santiago. Esta influencia se observa en la fachada, con una abundante decoración de símbolos santiaguistas. La fachada del monasterio está presidida por la imagen del Apóstol Santiago. Las muestras del barroquismo de comienzos del siglo XVIII se observan en el relieve de la batalla de Clavijo. Sobre la puerta principal se levanta un balcón enmarcado en una gruesa moldura semicircular. El conjunto está rematado con una peineta que da verticalidad a la fachada.