CAMINO DE SANTIAGO 2009

Etapa 6: DE TRIACASTELA A MORGADE


Lunes, 11 de Mayo de 2009

Hemos desayunado en el mismo bar restaurante que conocemos ya. Mientras servían el café, he tenido que realizar un par de intervenciones a la joven amiga de Sabinne. Le han  salido unas ampollas laterales que son bastante difíciles de curar. Así que, nuevamente, salgo sólo. Bajada a la salida de Triacastela para acometer una subida eterna (un Miura, que decimos a veces) donde se encuentra la fuente del peregrino.

Fuente del peregrino

Subida y más subida. Durante el trayecto he saludado a algunos peregrinos solitarios, de Burgos, del País Vasco, de Brasil, dos coreanas, aunque no se ven demasiados.

En Fontearcuda encuentro a los compañeros. Cuando me uno a ellos, Luis y Chema parten con intención de ir a un centro de salud en Sarria para que le revisen a Chema un forúnculo que le ha salido en la cara. Ángel me espera mientras tomo una cerveza. Mientras habían ido llegando un grupo según contaron de amigos que se conocían de pequeños con los que se hicieron una fotografía.

 

Peregrinos

Y así fueron llegando la chica brasileña (Jussara) y también fueron marchando todos al igual que nosotros que ya nos estaban esperando en Sarria para comer.

Llego antes que Ángel y ya en el puente estaba Jesús esperándonos y en un bar del paseo nos esperaba también Luís. Paco había acompañado a Chema al Centro de Salud a realizarse una cura del “molesto“ grano. En la comida nos apretamos pulpo, calamares y un revuelto de setas aconsejados por el dueño (que no se equivocó) acompañado de sus tercios correspondientes. Ya estábamos en los postres cuando aparecieron Paco y Chema que no le habían hecho nada en el centro (una receta de pomada y poco más).  Les aconsejamos que comieran lo mismo y nos fuimos marchando.

 

Subida de Sarria

Tanto la subida de Sarria domo después la bajada, sobre todo después de comer, se hacen muy duras. 

Sarria

Chema y Paco se habían encontrado con Sabinne y realizaron juntos el camino hasta Leyman. Ángel y Luis se van adelantando, mientras yo camino solo tras ellos. Cuando llego a Leyman, saludo a Carmen, tomo una caña y continúo hasta Morgade donde ya estaban mis compañeros. Una vez adecentados volvemos al restaurante de Carmen con intención de cenar.

 

Un conejo peregrino

Volvemos a Leyman en taxi, cosa que a Tita no le hizo mucha gracia. Le dijo al taxista que no hacía falta que volviese a por nosotros, que ya nos acercarían ella y Simo.

 

En la cena, con la familia de Tita 

Cenamos pulpo, chopitos, langostinos con vino blanco, tinto, postre, cayeses y licores. Pasamos una grata velada en la que nos acompañaron Sara, Cristian, Noemí y Tita, esperando a Simo, que había acelerado su vuelta a las 11 de la noche. Esperando a que finalizase Simo y recordando viejas anécdotas y dada la hora sobre todo porque Simo madrugaba al día siguiente nos acercaron a Morgade.  

Simo, Sara y Tita

 

Y finalmente y tras las despedidas emplazándonos a vernos de nuevo nos fuimos directamente a dormir. Yo aún me paso a buscar la ropa tendida descubriendo que no estaba en el tendedero y que éste tampoco estaba, encontrándolo en el salón de la  chimenea donde alguien mas prudente lo había trasladado en evitación de la lluvia.  

Morgade