Miércoles, 13 de Mayo de 2009
Tras el desayuno empiezan a tirar Ángel,
Chema y Luís. Yo me quedo esperando al rezagado Paco que no sé cómo se las
apaña pero siempre sale el último.
Poco a poco le voy dejando atrás sin llegar ni siquiera a ver al resto de los
compañeros. Continúo con problemas de rodilla y pie por lo que acaba
alcanzándome Paco de nuevo. Aprovechamos para hacer un alto en el mesón O´brea a tomar un cafetito.
En el Mesón O'
Brea
Más adelante, en Palas de Rei, estaban Ángel,
Chema y Luís esperándonos según decían frente al albergue y al no verlos
tuvimos que echar mano del móvil para localizarlos, el tiempo empezaba a
ponerse frio y ya teníamos ganas de llegar.
La
jornada parecía que iban a pintar en copas así que al pasar por el albergue
privado de “casa Domingo” paramos a saludarles que bien nos conocían después
de haber pasado una grata noche en el que nos ofrecieron un queimada que
recalcamos en estas páginas “exagerándolo” como que casi quema el albergue.
Esta vez el dueño nos deleitó con parte de su vida, sus viajes a Cuba y su
retorno.
En casa Domingo
Tras
un par de cañas seguimos nuestro camino con destino a “casa de los Somoza”
en Coto justo al llegar al cruce donde se encuentra la carretera nacional.
Casa Somoza
Ya en Casa Somoza, tras aligerarnos de ropa, tomar una cerveza
bajo el toldo en el patio y dado que el tiempo se había tornado desapacible,
optamos por que nos preparara la comida en el interior. No queríamos
nada extraordinario y dada la confianza que teníamos dejamos a su elección
el menú. Una sopa normal de primero (parecía de sobre) y carne guisada de
segundo, vino normal al que añadimos gaseosa para tomarlo, unos cafés, unos
trozos de tarta de Santiago, unos licores, en fin un menú de lo más normal,
pero cuando Puri nos hizo la cuenta, 95 euros entre 5, la verdad es que
salimos un poco contrariados del local.
Habíamos estado de tertulia con dos mujeres afincadas en
Alemania, una de Colombia y la otra de Santo Domingo, nos comentaban que
una de las razones de su camino era debida a un showman de la televisión germana
que había escrito un libro sobre el camino no dejando en buen lugar a los
albergues públicos. Y su intención era quedarse en el mismo lugar a
pernoctar.
Así
que mochila, carretera y manta, camino de Melide, con intención de ver la
final Barsa-Atletic y donde ya Jesús nos había localizado un piso a buen
precio para pasar la noche.
Furelos
Alojados
en el piso franco con un poco despiste por parte de la dueña pues llegábamos
seis y solo dormiríamos cuatro, Jesús en su roulotte y Chema que se volvía
a Segovia, (mas tarde pensaba volver a hacer el camino en bicicleta). Dado
que disponíamos de la tarde paramos en un bar a tomar tranquilamente unas
cervezas. Yo me fui a dar una vuelta por Melide.
A la hora de cenar nos acercamos al Exequiel. Durante el camino y con diversos contactos y
llamadas habíamos conseguido una lámina de Segovia, mandarla, ir a colocarla
en un cuadro y llevársela a Jorge, pues era una promesa que año tras a año
se le había hecho y nunca habíamos cumplido. Allí la colocó.
Lámina de Segovia en el Exequiel
de Melide
Cena a base lógicamente de pulpo, hay que verle preparar
el pulpo, os lo recomendamos a quien visite nuestra página.
El
tiempo estaba lluvioso, el Barsa había ganado la copa del rey, Chema se
volvió a Segovia y nosotros nos fuimos a acostar
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