Abandonamos Olveiroa por la carretera que pronto dejamos para tomar una
pista forestal ascendente hacia el Monte Do Sino. Un kilómetro antes de
Hospital nos detenemos en un bar en Logoso donde tomamos un pequeño desayuno.
Le comento a Ángel que siento un leve dolor de cabeza por lo que caminamos
despacio.
Hórreos en la salida de Olveiroa
Cruzamos un parque eólico y disfrutamos de las bonitas vistas del curso
del río Xallas y el espectacular embalse de Castrelo-Olveiroa
Parque eólico
Embalse de Castrelo-Olveiroa
Seguimos en dirección a la fábrica de hidrocarburos de
Ferroatlántica. Salimos a una rotonda en la que se encuentra la bifurcación
de los caminos a Fisterra y a Muxia. Nosotros seguimos a la
izquierda, en dirección a Fisterra.
Avanzamos por largos y solitarios caminos ascendentes a través de las peladas
montañas de Buxantes.
Cruceiro Marco do Couto
Por primera vez divisamos el océano Atlántico, al fondo, aún lejano.
El Océano Atlántico
Ya descendiendo, nos topamos con la capilla de Nosa Señora das Neves, del
siglo XVIII, emplazada en
un precioso entorno.
Capilla de Nosa Señora das Neves
El Camino ahora asciende durante cuatro largos kilómetros hasta la Capilla de
San Pedro Martir donde comienza el descenso hacia la costa.
Chema
Nos desviamos unos
metros del Camino para visitar el Cruceiro da Armada desde donde se divisa
la Ría de Corcubión y el Cabo Fisterra, en el extremo sur de la Costa
da Morte. El nombre "Costa da Morte", que se refiere a una comarca natural
costera, tiene su origen en la "muerte" del sol en el horizonte.
Cruceiro da Armada
Bajada a Cee
Continuamos el camino en fuerte bajada hasta el paseo marítimo de Cee,
donde nos detenemos
a descansar y comer algo en un restaurante al lado de la playa.
Preciosas playas
Durante el descanso, algunos se pasean por la playa mientras otros se curan
los desperfectos de los pies mediante una pequeña I.T.V.
I.T.V. de Primi
Comemos en el restaurante al lado mismo de la playa. Durante la sobremesa, un
grupo de excursionistas se sienta en una mesa cercana a la nuestra y cantan
canciones a pleno pulmón. Charlamos un rato con ellos hasta que, poco después,
nos despedimos y continuamos nuestro camino. Me ha tocado volver a por mi
caña, pues la había olvidado.
Sobremesa en Cee
Cruzamos, ya sin detenernos, las poblaciones de Cee y Corcubión y recorremos
la cómoda playa de Langosteira que, con una extensión de unos tres kilómetros,
nos lleva hasta las inmediaciones de Fisterra.
Cee: Virxe de Xunqueira
Corcubión: Iglesia de San Marcos
Mientras tomamos algunas fotos, recorremos Fisterra, población marinera
mundialmente famosa por los sucesivos
naufragios de navíos frente a sus costas, auténticas catástrofes tanto para
el rico ecosistema marino como para la economía local.
"Leva o noso amor os galegos espallados po lo mundo"
Después de buscar un lugar céntrico donde alojarnos y preparar algunas
prendas de las utilizadas en el Camino con intención de quemarlas en el
Cabo Fisterra, por seguir
la costumbre de los peregrinos, hemos salido dispuestos a acercarnos hasta el
Faro.
Mojón que marca el kilómetro "0"
Ya en el Cabo Fisterra, tras el Faro, hemos preparado una buena hoguera en
unas rocas donde otros peregrinos han hecho anteriormente lo mismo.
Fogata en el Faro de Fisterra
Según un ritual de antiguos peregrinos, aquí debemos quemar la ropa que hemos
llevado en la peregrinación, como alegoría de la purificación y liberación de
la vida anterior.
En la hoguera han ardido botas de deporte, calcetines, camisetas, pantalones y
alguna gorra. La humareda que se ha preparado ha sido espectacular. Finalizado
el trámite de pirómanos, hemos tomado unas cervezas en el bar del Faro.
El fin de la tierra
El Faro de Fisterra era considerado, hasta hace poco tiempo, como el faro
situado más al oeste de Europa, aunque mediciones posteriores más precisas
comprobaron que el Cabo Touriñán, en Galicia, y otros en Portugal, son más
occidentales.
Cuenta con una torre octogonal, la casa del farero y una plaza de homenajes
ofrendada al
general San Martín y a la que se denomina Plaza de la República Argentina.
Es muy probablemente el más visitado de Europa. Es conocido por todos los
navegantes del mundo, por su importancia
como medio de advertencia de la proximidad de una costa sumamente peligrosa.
El Faro
Desandamos los tres kilómetros y volvemos a Fisterra. Nos detenemos en la
Iglesia de Santa María das Areas. De los muchos tesoros artísticos del templo,
el más famoso, sin lugar a dudas, es la talla del Santo Cristo de
Fisterra. La capilla mayor fue realizada en el siglo XIV y alberga la imagen
de piedra de la Virgen, una importante pieza del siglo XVI.
Santa María das Areas
Nos hemos acercado al refugio de peregrinos donde sabemos que dan la "Fisterrana",
un documento parecido a la "Compostelana" de Santiago. Aunque, en un principio
se negaban a darnos el documento, pues se requiere que el peregrino venga
desde la ciudad de Santiago caminando y en nuestras credenciales no consta que
hayamos pasado por Santiago,
me he cambiado de cola y, al final, la señorita no me ha puesto pegas para
dármela.
Fisterrana
Ruinas de la fortaleza defensiva del Castillo de San Carlos
Hemos cenado en un establecimiento junto al mar y, poco después, nos hemos
retirado a la pensión a descansar. Al día siguiente viajaríamos en autocar
hasta Santiago,
excepto Paco y Chema, que se han animado a llegar hasta Muxía.