Como ya es habitual, abandono el último el albergue y comienzo a caminar en una mañana algo fresca seguramente debido
a la lluvia del día anterior, aunque parece que el sol va a brillar no tardando mucho. Siempre a la izquierda me compaña la
Ría de Vigo salpicada de casas que se descuelgan por la ladera de la montaña, y de bateas, estructuras flotantes muy
comunes de ver en las Rías Baixas, donde se cultivan fundamentalmente mejillones, ostras y vieiras.
Ría de Vigo
Dejo atrás la conocida localidad de Arcade, famosa por sus ostras, sin poder evitar el recuerdo de una anécdota que nos
sucedió hace ahora cuatro años, en nuestro Camino desde A Guarda a Muxía del año 2010.
Transcribo con exactitud lo que nos sucedió al llegar a Arcade:
"Nos detenemos de nuevo en un bar en las proximidades de Arcade. Mientras descargamos nuestras mochilas un hombre se me
acerca y me dice que me falta algo, que me espere. Se va hacia su coche, allí aparcado, y saca una preciosa calabaza que,
sonriente, me regala ..."
"He guardado la calabaza en una bolsa de plástico pensando en si llevármela o no. Al final llegaría hasta Santiago,
después hasta Segovia, y luego al huerto de Primi que, una vez abierta, sembraría las pepitas, produciendo gran cantidad
de calabazas pequeñitas ... que, ahora, en años posteriores, traemos al Camino".
Arcade
Luis, como siempre, había anticipado su salida ya que tan solo desayuna un yogourt. En Arcade, Primi y Ángel vienen
detrás buscando alguna ostrería abierta para comer alguna ostra, pero están cerradas y no abren hasta las 12:00 o 12:30.
Poco más tarde, en Pontesampaio, nada más cruzar el río Verdugo, efectúan una pequeña parada, mientras toman un chato
acompañado de pimientos de padrón y anguilas. Un grupo de peregrinos señoritos (por aquello de que las mochilas iban
en coche) de Teruel-Valencia vieron el plato de anguilas con pimientos de Padrón y también se apuntaron; estuvieron
allí un buen rato de relax.
Pimientos y anguila frita
Por mi parte, avanzo sin encontrar peregrinos hacia el histórico lugar de Pontesampaio por el que se cruza el río Verdugo.
La batalla de Pontesampaio
En este lugar
se produjo una de las mayores derrotas que el ejército de Napoleón sufrió durante la Guerra de la Independencia. Varias
placas a la entrada del puente recuerdan este hecho.
Pontesampaio
Placas de recuerdo
El Camino recorre la villa de Pontesampaio y por una empinada y estrecha calle empedrada se abandona el núcleo urbano.
Calle empinada
Tras algún giro más abandonamos Pontesampaio en busca del paraje donde se encontraba el Ponte Nova, un puente medieval
de un arco que se hizo añicos en 2006 por una riada. El Camino Portugués fue desviado y en octubre de 2010
se inauguró un puente nuevo, aunque ahora de acero corten y hormigón.
Primi, en Pontesampaio. Al fondo el nuevo Ponte Nova
Ángel, en Pontesampaio
Tras el Ponte Nova el Camino se adentra en la Brea Vella da Canicouva, un evocador camino de grandes losas que transcurre
por el itinerario de la vía romana XIX.
Vía romana
Mientras camino por el frondoso bosque escucho como tiros de escopeta muy cercanos. Imagino que son cazadores aunque,
viendo el rastro de humo que dejan en el cielo, me doy cuenta que son cohetes que alguien está disparando. Pronto me doy
cuenta que hoy, 24 de Junio, es San Juan, cuya fiesta se celebra en muchos lugares de España.
Gaviotas asustadas por los cohetes
A diferencia de hace 4 años que también pasamos por aquí, notamos el camino mejor trazado, ya que las obras del AVE
están prácticamente terminadas; las vías están puestas pero falta la catenaria y da la sensación de que están paradas.
En uno de los recodos del bosque me encuentro, muy sorprendido, con Jenni sentada en una roca descansando. Me siento un
rato a su lado hasta que decidimos continuar la andadura. Ascendemos por una pista de robles y descendemos después por
un tramo de eucaliptus y castaños que da paso a una pista de tierra y maizales que nos lleva a la capilla de Santa Marta,
que data del año 1617.
Capilla de Santa Marta
Altar de la Capilla de Santa Marta
En la puerta de la capilla hay algunos peregrinos descansando. Después de ver el interior continuamos nuestro Camino. Dos
kilómetros más adelante encontramos el albergue de peregrinos La Virgen Peregrina. Como en alguno de los días anteriores
encontramos una larga hilera de peregrinos esperando su apertura. Jenni, sin detenerse, continúa caminando pues quiere
llegar un día antes a Santiago. Ese día finalizaría su etapa en Caldas de Reis.
Grafitis en las paredes del albergue
Estatuas en el albergue
Ya junto con Luís, buscamos un hostal/hotel para descansar bien y salir a tomar algo por la ciudad, así que olvidamos el
albergue y nos dirigimos al centro en busca de alojamiento. Mientras caminamos nos preguntan dos peregrinas
checas (las Mises) si sabemos dónde pueden encontrar alojamiento. Las digo como puedo, pues ni ellas ni yo dominamos muy bien el
inglés, que también lo estamos buscando, por lo que deciden venirse con nosotros. Entramos a preguntar el precio
en el Hotel La Virgen del Camino, pero tardan mucho en atendernos y, cansados de esperar, nos vamos sin preguntar.
Después de caminar un buen rato, encontramos alojamiento en el Hotel Comercio, muy céntrico. "Las Mises" también deciden
quedarse allí, aunque a regañadientes porque les parece algo caro.
Después de llegar Ángel y Primi, una vez acoplados en nuestras habitaciones, salimos a tomar algo y comer, aunque ya era
un poco tarde.
Chato y comida
Después de comer, Luís y Ángel se retiran a echar la siesta mientras Primi y yo nos acercamos a la Plaza de la Iglesia
de la Virgen Peregrina y damos una vuelta por el centro de la preciosa ciudad.
Iglesia de la Virgen Peregrina
La Iglesia de la Virgen Peregrina, construida a partir de 1778 y cuya planta tiene forma de vieira, es la más característica
de Pontevedra, y fue dedicada a la Virgen Peregrina que,
procedente de Efeso, paró en la ciudad en su peregrinaje a Santiago. Según la tradición, guiaba a peregrinos desde Baiona
hasta Santiago de Compostela. La Virgen Peregrina es la patrona de Pontevedra y del Camino Portugués a Santiago,
cuyas fiestas en su honor se celebran en la segunda quincena de agosto.
Detalles de la Virgen Peregrina
Después de dar una vuelta nos sentamos en una terraza a tomar algo. Las palomas asaltan nuestros pistachos en una pelea
desenfrenada por conseguirlos. Tenemos que asustarlas para que se marchen.
Palomas hambrientas
Paloma peregrina
Cuando vienen Ángel y Luís buscamos un restaurante donde cenar. El rincón donde se ubica el restaurante, Praza da Leña, es precioso y
la cena muy agradable.
Después de la cena
Al regresar al Hotel saludamos a Valle-Inclán ...
Valle-Inclán
... y al grupo escultórico de la "tertulia de músicos" que nos esperan en la calle.
Festival ART-IVIDADES de Pontevedra
Una vez en el Hotel, nos retiramos a descansar.
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