A las 09:00, mientras doy una vuelta por la ciudad buscando las indicaciones de salida del Camino, desayuno en una cafetería frente a
las ruinas de Santo Domingo que se encuentran en pleno centro de la ciudad de Pontevedra y albergan la Sección de Arqueología
del Museo Provincial. Están declaradas Monumento Histórico-Artístico y son consideradas el máximo exponente del gótico
gallego.
Ruinas de Santo Domingo
Ángel y Luís han salido los primeros y luego Primi. Tras ellos abandono el casco histórico
por la rua da Ponte y llego hasta el Ponte do Burgo, sucesor del pontón romano que la vía XIX utilizaba para salvar el
río Lérez. La fábrica es medieval pero ha sido muy restaurado posteriormente. Mientras cruzo el puente algunos
peregrinos me adelantan. Más adelante, numerosos cruceiros salpican este tramo del Camino.
Ponte do Burgo
Continúo el camino hasta llegar a un observatorio de las Marismas de Alba, humedal de 80 hectáreas que alberga cientos de
especies vegetales y 123 especies de aves. Me encuentro ya dentro de la parroquia pontevedresa de Santa María de Alba y
tras un discreto merendero llego al lugar de Pontecabras. Continúo cruzando un par de veces las vías del tren hasta
que me detengo en Leborei, en una máquina donde venden botellas de agua y otras bebidas. Mientras descanso, pasan algunos
peregrinos.
Las vías
Camino despacio hasta que Primi me llama por el móvil y me dice que me espera en el Mesón Don Pulpo, en San Amaro.
Cuando llego, cansado y sudoroso, veo a Primi sentado en una mesa junto a un montón de peregrinos. Parece ser que
han pasado por allí la familia de sevillanos, las peregrinas de Madrid, y otros muchos que hemos ido conociendo por
el Camino además del grupo de 60 de Badajoz. En opinión de Ángel, es lo bueno que tienen estas paradas a pie del Camino,
que pasas revista al personal.
Tomamos una cerveza, me cambio de camiseta pues con el sudor se queda uno frío, y continuamos, ahora los dos, el Camino.
Ángel y Luís se han marchado hace un rato.
Mesón Don Pulpo, en San Amaro
Sentencia en el Mesón Don Pulpo
El Camino se aproxima a la carretera N550 y junto a ella vemos puestos de vendedores de cerezas. Ángel se compra un vaso
grande por 1 euro y, después de lavarlas, se las come. Parece ser que están muy buenas.
Algunos kilómetros después, a las 13:30 horas, Primi y yo nos apartamos unos 50 metros del Camino, pues tenemos
la oportunidad de reponer fuerzas en un bar en La Seca, donde la señora María del Carmen nos prepara un par de
tremendos bocadillos con los que damos por efectuada la comida. Acaban de marcharse la familia de los valencianos y algunos
peregrinos más.
Comida en La Seca
Luís se ha adelantado. Ángel llegando a Briallos ya bastante cansado ve un cartel que indicaba Bar a 80 m y le pregunta
a un aldeano que si es cierto; le dice que tal vez algo más, pero que a la vuelta de la esquina hay una fuente de 4 caños
con un agua muy buena y que Caldas de Reis está a poco mas de 1 km. Decide no salirse del camino, refrescarse un poco en
la fuente y continuar hasta Caldas de Reis, donde llega cerca de las 2 de la tarde. Se para en la Taberna O Muiño, ya
conocida por nosotros por haber estado allí en otras ocasiones, y sin entrar en el bar, sale a la terraza. En ese
momento recibe un Whatsapp de Luís diciendo que está en O Muiño. Se asoma al bar y efectivamente allí estaba.
Toman unas cañas y se quedan a comer allí.
Iglesia de Santa María
Taberna O Muiño
Recuperaron fuerzas con las excelentes ensaladas, sardinas parrotxas, etc. y con una jarra de vino de la tierra.
Al final les invitaron a un chupito de aguardiente tostado que, al parecer, estaba muy bueno. Pasaron un buen rato.
Por allí aparecio la familia de sevillanos. Un matrimonio de japoneses que hablaban español sentían curiosidad por lo
que estaban comiendo y bebiendo, pero ellos pidieron pulpo. La señora sí se bebió una jarrita de vino.
Comida en la Taberna O Muiño
Fuente de las Burgas, agua termal, siglo XIX
A las 15:15 Primi y yo retomamos el Camino. Ya en la aldea de Tivo, a las 16:30, paramos en una fuente a descansar. Poco después,
a las 17:10 entramos en Caldas de Reis, población considerada jardín y balneario de Galicia, está atravesada por el río Umia, que
se caracteriza por su riqueza piscícola.
Río Umia
Sin detenernos, vamos a la pensión de peregrinos La Moderna que parece ser que han inaugurado hace poco. A 30 euros
la habitación doble con baño compartido. Luís y
Ángel ya están alojados allí. Después de acoplarnos en nuestras
respectivas habitaciones, salgo a buscar una tienda donde comprar alguna camiseta mientras los otros se echan la siesta.
Pensión de peregrinos La Moderna
Una vez comprada la camiseta vuelvo a la pensión. Salimos de nuevo hacia la Taberna O Muiño donde queremos cenar. La
taberna poco a poco se va llenando de peregrinos.
Muchos peregrinos en la Taberna O Muiño
En la Taberna O Muiño
Ribeiro antes de la cena
Para la cena, de plato principal "lágrima" (no está en la carta, pero nos lo había recomendado el dueño de la pensión)
que son tiras de secreto de ibérico a la brasa con pimientos y patatas fritas. Estaban excelentes.
La cena
Curiosa indicación del cuarto de baño: "Agüita amarilla aquí"
Aparecieron los de Teruel y cenaron con crianza de Pago de Carraovejas. Nos sorprende comprobar que aquí también se
bebe ese excelente vino que tanto consumimos nosotros en Segovia, en el Restaurante
José María. Compartimos un buen rato con alguno de ellos.
Pago de Carraovejas
Después de cenar volvemos a la pensión a descansar.
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