CAMINO DE SANTIAGO 2015
Viernes, 08 de Mayo de 2015
Etapa 4 - De Llanes a Ribadesella (31,4 kms)

Hemos madrugado bastante pues la etapa es larga. Ángel y Luís han salido los primeros y tras ellos nosotros, sin desayunar. Tras cruzar las vías del tren, seguimos el camino que nos lleva hasta Poo, donde, por fin, hemos desayunado.

Saliendo de Llanes

Los tramos de estas etapas alternan con la proximidad al mar Cantábrico y los valles que conforman el litoral. Estos valles son suavemente ondulados, pero a la espalda de los mismos, se elevan poderosas y majestuosas montañas. Si a todo esto le añadimos el verdor tan característico de la zona, el resultado es un auténtico espectáculo paisajístico.

Fantásticas formaciones rocosas

A partir de Poo, nos hemos separado de nuevo. Primi y Paco se quedan rezagados tomando fotos en las playas de Las Cámaras y otras, mientras nosotros seguimos la senda admirando también las playas hasta llegar a Celorio.

Playa de las Cámaras
Paco y playas
Paco y playas

Es obligado destacar, según comentarios de Primi, lo aficionado que es Paco a la fotografía, pues sólo le faltaba el trípode para que las fotos fueran profesionales; que si el ángulo de luz, el fondo , la altura de la cámara o del móvil... ya se encargaba Paco de decírselo.

Primi y playas

Poco a poco nos acercamos a Celorio y sus preciosas playas. Dejamos atrás el Monasterio de San Salvador de Celorio: pertenece al siglo XI y fue realizado siguiendo estilo románico. Pese a las numerosas reformas sufridas por este hermoso edificio, conserva de sus orígenes románicos una portada y una torre de sección cuadrada. En su tiempo estaba destinado a escuela de artes y filosofía.

Indicador del Monasterio de San Salvador de Celorio

Preguntamos a un monje, suponemos que benedictino, que se asoma a la puerta si es posible entrar a visitar el Monasterio a lo que nos dice que en esos momentos no, que está cerrado.

Monasterio de San Salvador de Celorio

Pronto nos encontramos a pie de mar en las preciosas playas de Celorio.

Playas de Celorio

Dejamos atrás Barro y continuamos hacia Niembro. Entre estas dos localidades se alza sobre el arenal la iglesia de Nuestra Señora de los Dolores. Con marea alta podremos ver este templo neoclásico reflejado en la marisma.

Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores

Cruzamos el puente tras la iglesia y vemos la diminuta Capilla de las Ánimas, El Santín.

Capilla de las Ánimas: El Santín
Detalle de la Capilla de las Ánimas: El Santín

Continuamos por el monte hacia Niembro.

Indicador hacia el Covadonga

Poco mas tarde caminamos a través de un bosque que nos lleva a la playa de San Antolin en la desembocadura del Bedón.

Playa de San Antolín, de camino a Naves

Paramos en un restaurante, en Naves de Llanes, donde descansamos mientras tomamos unas cervezas. A cuenta gotas van apareciendo algunos peregrinos, los alemanes, un par de peregrinas de Canada y Alemania y tres canarios. Paco se ha quedado en un pequeño parque a tomarse sus frutas. Cuando íbamos a arrancar, aparece Luis que apenas para un momento a saludarnos. Minutos mas tarde Primi continúa el Camino tras él, mientras Michel se queda esperando a Ángel.

Descanso en Naves de Llanes

Desperdigados, bajo un sol de justicia, cruzando la vía del Feve en varias ocasiones, pasamos Villahormes, Nueva de Llanes y Piñeres de Pria sin detenernos. Luís y Primi se desvían hasta Cuerres, donde comen un perolo de guisantes con huevos buenísimo. Mientras tanto, Ángel ya ha llegado a Ribadesella y ha contratado una pensión para albergarnos pues el municipal de peregrinos está cerrado porque lo están desinfectando. Michel llega después dirigido por Ángel por teléfono hasta la pensión.

Vías del Feve
Cuerres
Guisantes en Cuerres

El ambiente en Ribadesella es festivo. Se celebran las fiestas de la Virgen del Rocío y esto se puede apreciar por toda la población.

Entrada a Ribadesella

Cuando Michel llega a la pensión Ángel se está echando una buena siesta. Michel, después de ducharse, sale a buscar un lugar donde comer algo. Después, espera a los demás en el Café Bergantín, que poco a poco van llegando. Primero lo hace Paco, luego llega Luís, y por fin, Primi, que se presenta acompañado por un peregrino alemán que se va orientando con un tom-tom.

Primi en el Café Bergantín en Ribadesella

Primi comenta que se ha encontrado con el periodista que se dedica a hacer entrevistas a los peregrinos y que luego las publica en un periódico local, seguramente para promocionar esta parte del Camino de Santiago. A Michel y a él les había entrevista un par de días antes. Una vez reunidos todos se toman unas sidras mientras hacen tiempo para la cena.

De sidras por Ribadesella

Tomando un chato en el Café Bergantín ven pasar cerca a Pietje y a Dorien, las peregrinas holandesas, que andan buscando alojamiento.

Pietje y Dorien

Michel se ofrece a acompañarlas hasta la pensión pues sabía que había habitaciones libres. Ellas, encantadas, lo aceptan y se van los tres. Mientras tanto los otros se van a buscar un lugar donde cenar. Las peregrinas se acoplan en la pensión y Michel sale de nuevo a buscar a sus amigos que ya le están dando a la sidra en un restaurante.

Cena en Ribadesella

Después de la cena se acercan de nuevo al Café Bergantín donde hay actuaciones musicales y bailes de sevillanas. La terraza del café se encuentra muy animada. Engalanada con bonitos farolillos han instalado un "tablao" donde bailan grupos de mujeres vestidas de faralais y hombres con trajes de campero.

Bailes de sevillanas y flamenco

Mientras toman una consumición aparecen las peregrinas holandesas que les comentan que mañana cumple años la madre de Dorien, Pietje. Michel se acerca a la relaciones públicas del Café y le comenta que si es posible que a las doce canten el cumpleaños feliz a la holandesa, como una sorpresa, a lo que ella accede amablemente.

¡¡¡Feliz cumpleaños, Pietje!!!

Justo a las doce de la noche el órgano electrónico entona la melodía de "cumpleaños feliz" acompañada por un coro de los clientes que, sospechando la sorpresa, cantan divertidos la canción. Primi invita a salir a bailar la melodía al tablao a la gratamente sorprendida Pietje, que acepta encantada.

Finalizada la canción nos retiramos a la pensión a descansar.