CAMINO DE SANTIAGO 2019
Lunes, 24 de Junio de 2019
Santiago - Negreira - 21 kms

Nos levantamos un poco después de las 7:30 de la mañana estando el cielo un poquito nublado, de acuerdo con las previsiones meteorológicas de lluvia, por lo que decidimos poner la funda en la mochila.

Salimos del Suso en torno a las 8 y nos quedamos a desayunar allí, en las mesas de la terraza. Observando el cielo, no parecía muy encapotado y la temperatura excelente para caminar. No sabíamos exactamente el camino de salida hacia, Finisterre pero ya vimos algunos peregrinos que nos despejaron las dudas. Bajando de la plaza del Obradoiro y dejando el Hostal de los Reyes Católicos a la derecha, tomamos la rúa das Hortas, dejando a la izquierda la iglesia de San Fructuoso, que se caracteriza por las 4 esculturas que pretendiendo representar las cuatro virtudes cardinales, se parecen mas bien a las cuatro sotas de la baraja.



Saliendo hacia Negreira, Rúa das Hortas


Bajando la rúa y siguiendo las flechas adelantamos a las peregrinas italianas (Patricias), y a otra pareja americana, así como una pareja de Barcelona que no conocíamos, llegando a un frondoso bosque de robles y eucaliptus, donde encontramos el primer mojón jacobeo que nos indica la distancia a Finisterre y Muxía.



Mojón distancia a Fisterra (89 kms) y a Muxía (86 kms)


Una fuerte subida nos espera; Primi va avanzando y adelantando gente, entre ellos un grupo de Barcelona. Desde el alto y, sin haber perdido de vista Santiago, se pueden tomar buenas fotos con las agujas de la catedral al fondo.



Vista de Santiago de Compostela


Pero de nuevo más tramos de subida, esta vez por Villestros, donde un bosque de eucaliptos nos anima a respirar con más contundencia.

A unos 8 kms hay un bar, según llegamos al alto do Vento. Primi, que llegó sudoroso, piensa que es hora de una caña. La terraza del local estaba llena de peregrinos y seguían llegando todos los que habíamos adelantado, así que lo primero que hizo fue buscar un sitio y, como no había, con el permiso de una peregrina se sentó en su mesa a esperarme. Diez minutos después, cuando llego, no paro, le digo que le espero en el siguiente bar que estaba unos 3,5 km más adelante.

Primi continúa con esta peregrina, que se llama Ana, de Barcelona, dedicada al mundo financiero, seguros y tasaciones, comentando la nueva ley hipotecaria. Unos 40 minutos de conversación para recorrer los 3,5 km. hasta el pueblo de Auga Pesada, donde yo le esperaba sentado en la terraza de un bar. Al cabo de 20 minutos llegó Primi con la chiquita de Barcelona; él se quedó conmigo y ella continuó su marcha.

En el bar conocemos un simpático matrimonio que vive en Guadalajara, (a quienes veremos sucesivas veces en lo que resta de camino) y otros americanos e italianos que se paran. Las cañas correspondientes con una ración de empanada de atún nos hicieron recobrar energias. Estuvimos allí un buen rato, sabiendo que lo que nos esperaba a continuación era una cuesta arriba reglamentaria.

Efectivamente, son poco más de 2 km., pero tiene una pendiente considerable; luego el camino continúa por pequeñas subidas y bajadas pasando por pequeñas aldeas, como Carballo y Trasmonte.



Ponte Maceira


Así llegamos a Ponte Maceira, donde conocemos a tres jóvenes americanas, de Texas; se llaman Sofía, Mary y Tanía, y vienen haciendo el Camino desde St. Jean Pied de Port.



Peregrinas de Texas


El lugar es ideal, junto al rio Tambre, que a estas alturas de primavera-verano trae bastante caudal. Había una pequeña terraza y un chiringuito instalado en una antigua construcción restaurada. También cabía la posibilidad de meter los pies en el agua. Volvimos a coincidir con Caroline, la irlandesa, que ya venía con su marido Paul.



Con Carolina y Paul




Con Carolina


Continuamos hasta Negreira, a falta de unos 4 kms. Y así llegamos al albergue San José donde tras las correspondientes duchas, siestas y coladas, nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo, visitando la capilla de San Mauro y el pazo de Cotón.



Albergue San José, en Negreira




Pazo de Coton, Negreira


Regresamos al Albergue para recoger la colada y volvimos a salir para buscar un sitio donde cenar. Aterrizamos en un bar que tenía un patio-terraza inmenso y lleno de gente, donde estaban televisando el partido España-Estados Unidos de fútbol femenino. Vimos la derrota de España por 2 goles a uno. Los dos goles de EEUU marcados de penalti.

Nos cenamos un buen filete de ternera y nos fuimos para el albergue a dormir.