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Martes, 15 de Mayo de 2007
Etapa 6: DE TORRES DEL RÍO A LOGROÑO

La temprana salida de los madrugadores peregrinos nos mantiene despiertos aunque continuamos tumbados en nuestras colchonetas. La oscuridad de la noche poco a poco va dando paso a la claridad de un precioso amanecer que anuncia un espléndido día. 

Torres del Río

Sin prisas, acoplamos nuestras mochilas al tiempo que revisamos con cuidado nuestros pies en busca de ampollas. Personalmente, llevo una en el pie derecho que no acaba de curarse. Aunque el dolor es algo molesto, es a su vez soportable.

Una vez listos, después de buscar sin éxito a Rodri, salimos sin desayunar en busca de Ángel y Chema, que ya nos esperan cerca de nuestro albergue. Luís, que finaliza hoy su Camino, ha madrugado y camina hacia Logroño en busca de un autobús que le acerque hasta Madrid.    

Diana, Chema y Miriam en la Iglesia del Santo Sepulcro

Caminamos bajo un sol radiante por un terreno llano cubierto de extensos campos de viñedos y verdes sembrados. Paco ha salido sin prisa de Los Arcos y camina despacio sin olvidar tomar sus apuntes. Beni debe venir cerca tras él. 

Campos de viñedos perfectamente alineados

A buen ritmo y sin detenernos pronto entramos en Viana, ciudad señorial que mantiene vivo su impresionante pasado medieval.

 Iglesia de Santa María

Efectuamos un largo descanso mientras comemos unos exquisitos bocadillos de tortilla con gambas frente a la preciosa, aunque algo deteriorada,  Iglesia de Santa María, construida en el Siglo XV.  

San Isidro en procesión

Es fiesta en el pueblo. Las campanas suenan constantemente mientras un nutrido grupo de feligreses sacan de la Igleisa la imagen de San Isidro Labrador en procesión. 

Cesar Borgia

Visitamos la Iglesia de Santa María donde yacen los restos de Cesar Borgia, comandante de los ejércitos de navarra hacia el año 1.500. 

Descansando en Viana

Aprovechamos la terraza de la cafetería para revisar nuestros doloridos pies mientras vemos desfilar en ambas direcciones a la gente del pueblo y de otros lugares que se han sumado a la fiesta. Suenan músicas y cohetes de los que uno de ellos al caer no impacta en Chema de milagro.  

I.T.V.

Charlamos con muchos peregrinos que nos saludan a su paso por la terraza. El matrimonio de Madrid nos acompaña, sentados en otra mesa a nuestro lado. 

Chema con los madrileños

Una simpática señora se sienta a mi lado. Es de Viana aunque ha estado más de cincuenta años trabajando en Tarrasa. Se le nota su deje catalán y sus añoranzas por aquellas tierras. Obsesionada por los móviles me pregunta sobre su funcionamiento y posibilidades. Piensa que puedo ver a través de él a mi familia y viceversa. No está muy convencida de que las nuevas tecnologías sean convenientes para la humanidad.   

Michel charla con una simpática señora muy conocida en el pueblo

Mientras tanco Paco se va acercando a Viana acompañado en algún momento por sus amigos peregrinos españoles. Hablamos con él por teléfono y sabemos que está cerca, por lo que decidimos esperarle mientras damos cuenta de un nuevo bocadillo de tortilla, esta vez revuelta con atún.  

Paco y sus amigos peregrinos

Por fin llega Paco y poco después Beni. Mientras comen algo, Chema, Ángel y Primi, deciden continuar. Poco tiempo después Beni y yo saldríamos tras ellos con intención de llegar a Logroño. Paco aún se queda un rato más descansando.  

Calles de Viana

Cruzamos las calles de Viana después de probar un buen vino que ofrecen gratis en una de las calles del bonito pueblo. 

Paco entrando en Viana

Pronto cruzamos el Obsevatorio de Aves de la Laguna de Las Cañas desde donde ya podemos divisar la ciudad de Logroño. 

Beni en la Laguna de Las Cañas

Cuando abandonamos definitivamente Navarra y entramos en la Comunidad de la Rioja, Primi me llama desde la puerta del albergue. Lo acaban de abrir y ya hay una buena cola de peregrinos esperando para entrar. Apretamos el paso mientras llamo a Ángel que, poco tiempo antes, al encontrarlo cerrado, ha continuado junto a Chema hasta el centro de la ciudad con intención de comer.

La Rioja

En el albergue efectivamente hay cola para entrar. Primi ya tiene su litera mientras Chema y Ángel esperan su turno. Tras ellos, poco después, nos asignan las nuestras junto a Chema y Ángel en habitación distinta a la de Primi y Rodri. Minutos después salimos juntos por las calles de Logroño con intención de comer algo. 

Albergue de Logroño: esperando turno para entrar.

Caminamos por las calles de la ciudad mientras admiramos su impresionante Catedral.

Catedral de Santa María la Redonda

Se nos unen Sisse y Rodri, que buscan también un lugar donde comer algo. Pronto encontramos una agradable terraza donde tomamos unas cervezas y aprovechamos para comer. 

Con Sisse

Después de la comida regresamos al albergue con intención de ducharnos y descansar un poco. Muchos peregrinos están afanosos haciendo la colada. Pronto Primi se les une.  

El tendedero en el albergue

Poco después, ya descansados, salimos de nuevo a pasear por la ciudad. Sabemos que en la calle del Laurel sirven buenos pinchos con excelentes vinos de la Rioja.

Cuando paso por la imponente Catedral me asomo con intención de verla por dentro. Están cantando una misa gregoriana preciosa. Las voces de los sacerdotes, perfectamente acopladas, me impresionan.  

En el Bar Donosti en la calle del Laurel

Acompañados por nuestro amigo mejicano, en el bar Donosti, tomamos algunos excelentes vinos riojanos acompañados por exquisitos pinchos. Algunos de los vinos, de crianza, son los mismos que bebemos en nuestra ciudad pero mucho más baratos. 

Bar Donosti 

La calle del Laurel aún no está muy concurrida por lo que disfrutamos de algunos bares más hasta la hora de regresar al albergue.  

Tomando un "rioja" en la calle del Laurel. 

A las diez de la noche entramos en el albergue donde muchos peregrinos ya están durmiendo. Sin ruido, pronto nos acoplamos en nuestras literas con intención de dormir. Nuestras amigas alemanas, Diana y Miriam, temiendo por los ronquidos de Ángel, se han acoplado unos buenos tapones en sus oídos. Parece ser que la noche anterior, en el albergue de Sansol, Ángel había roncado a pleno pulmón. 

Sin embargo, esta noche, un peregrino ajeno a nuestro grupo ha roncado durante mucho tiempo de forma tan espectacular que ha logrado despertar a todo el mundo.