CAMINO DE SANTIAGO 2018
Domingo, 13 de Mayo de 2018
Santiago - Muxía (74 kms)

Me levanto temprano, desayuno en Casa Tita y me subo andando a la estación de autobuses con intención de ver la hora de salida del autobús para Muxía. Sale a las 10:45. Mientras espero la hora hablo por teléfono con Primi. Aún le faltan varios kilómetros para llegar a Santiago. Así que, me monto en el autobús, repleto de peregrinos, y salimos hacia Muxía. En Boalo hace una pequeña parada el autobús y poco después continuamos el trayecto.



Concello de Muxía


El autobús nos deja en el puerto de Muxía donde bajamos casi todos los peregrinos. Una vez situado, me dedico a buscar albergue para dos. Pronto lo encuentro, es un albergue privado junto a la Oficina de Turismo, y una vez instalado, salgo a dar una vuelta por el precioso pueblo.



Iglesia de Santa María


Primi me ha comentado que tardará bastante en llegar por lo que aprovecho para subir a visitar la Iglesia de Santa María, que ocupa la parte baja del monte Corpiño y presenta trazas del románico de transición y del gótico. Tiene un cementerio adosado y un cruceiro junto a un campanario.



Cruceiro en la Iglesia de Santa María de Muxía




Campanario de la Iglesia de Santa María de Muxía


Me acerco medio kilómetro más adelante al Santuario de la Virgen de la Barca, asolado por el incendio que tuvo lugar el día de Navidad de 2013. Hay un montón de visitantes desplazados en autobuses además de algunos peregrinos. El templo actual es barroco de 1719 de una sola nave. En los alrededores se encuentran la Pedra de Abalar, la Pedra dos Cadrís, la Pedra do Timón, que guardan relación con la leyenda de la llegada de la Virgen a estas costas en una barca de piedra y su aparición al Apóstol Santiago para animarle durante su predicación.



Santuario de la Virgen de la Barca




A Pedra de Abalar


Después de visitar el Santuario subo a contemplar la obra del escultor Alberto Bañuelos "A ferida", que recuerda el desastre del Prestige en Noviembre de 2002 y la labor de miles y miles de voluntarios llegados de todas partes como una ola de esperanza que inundó nuestras costas. Con más de once metros de alto y más de cuatrocientas toneladas, era o es la escultura mas grande de España. Hoy en día la costa luce en todo su esplendor y solo la memoria y estos monumentos nos recuerdan lo que aquí pasó.



"A ferida"


Me sorprende un mojón del Camino que marca el "kilómetro 0" donde muchos visitantes se toman fotografías.



"Kilómetro 0,000"


Al regresar al pueblo me detengo en los secaderos de congrios y, poco después, busco el Restaurante "A pedra d'abalar", donde Paco y Chema estuvieron hacía ya diez años, y pregunto por Carmen, a quien ellos habían conocido en la cena de aquel día y ella les había comentado sobre la famosa piedra. Sentado en una mesa del restaurante veo a una mujer joven que se parece a la de la foto que llevo en mi móvil y la pregunto por Carmen. Ella me dice que se llama así pero que seguramente pregunte por su madre que en esos momentos no se encuentra allí pero que vendrá pronto. Mientras me tomo una cerveza llega Carmen madre y su hija le dice que la estoy esperando. Viene a verme y le enseño la foto en la que está junto a mis dos amigos y la transmito sus saludos. Aunque la suena un poco, casi no lo recuerda.



Secaderos de congrios


Mientras tanto, Primi se ha levantado temprano con idea de llegar a Santiago cuanto antes para ir a por la compostelana y acercarse después a la estación de autobuses para coger el que va a Muxía para reunirse conmigo. Desayuna en el albergue y se pone en marcha en un día que, aunque un poco nublado, de momento no llueve.



Indicativo del Camino Portugués


Ayer finalizó el camino con pocas rampas y hoy es al revés, todo rampa. Así llega a Rua do Francos, por donde se cruza un arroyo por un puente triangular del siglo XVI.



Ponte Rua do Francos


Hay restos de que por aquí pasaba realmente el camino de Santiago. Se ven vestigios de la calzada romana así como un cruceiro que se comenta sea de los mas antiguos del camino. Es una cruz gótica con el relieve de un cristo crucificado que parece querer salirse de la piedra.



Cruceiro Rua do Francos


Alcanza a ver a Lula, a la que adelanta sin esfuerzo no sin antes desearle buen camino. El camino se hace cuesta arriba esquivando las vías de tren por asfalto y cruzando un sinfín de aldeas hasta que llega a O Milladoiro, donde se detiene a beber agua pues la pendiente merece un trago.



Capilla de Santa María Magdalena en O Milladoiro


Deja atrás la capilla de Santa Maria Magdalena para volver a encontrarse con la naturaleza, pinos y eucaliptos, alcanzando poco después el punto mas alto de la etapa, Agro dos Monteiros, algo así como el Monte de Gozo del Camino Portugués, desde donde, por fín, se divisan las torres de la Catedral de Santiago.

En esta última barriada del Conxo se encuentra con un peregrino barcelonés que ya ha hecho varias veces el camino. Llegan a un cruce en el que el camino toma dos alternativas: la del Camino Portugués por Conxo, que discurre por la ribera del Sar, y la que cogieron ellos, que discurre por asfalto, rotondas y urbanizaciones. Después se daría cuenta que esta alternativa era más larga que la otra, pues nuevamente y en compañía de este peregrino catalán adelantan otra vez a Lula.

Así, tras dos o tres kilómetros, llegan al parque donde siguen impertérritas nuestras “novias” de Santiago, una de las esculturas con más pegada de la ciudad: las dos Marías.



Las dos Marías, Santiago de Compostela


Se despide del catalán que se va para su hotel y continúa hasta la nueva Oficina del Peregrino para intentar obtener "la Compostelana" pero, debido a la larga cola de peregrinos, tuvo que esperar una hora.



Oficina del Peregrino en Santiago


Una vez conseguida "la Compostelana", después de tomarse una cerveza, se sube a la estación de autobuses a ver qué autobús puede coger. Por cinco minutos, el tiempo que tardó en tomarse la caña, no llega a tiempo del último que había ya salido. El siguiente saldría a las 18:45 por lo que tiene que esperar cerca de seis horas. Armado de paciencia se va a comer algo, leer la prensa y vuelta a la Estación. Allí charla primero con una peregrina alemana que esperaba el autobús para partir hasta Finisterre, donde la esperaba otra compañera y a la que habíamos visto varias veces pero sin llegar a dialogar con ellas, se llama María. Cuando falta media hora ya en el andén encuentra otra peregrina, esta vez holandesa, con la que dialoga hasta que llega su autobús. Ella había hecho el Camino Francés desde Roncesvalles. Los únicos inquilinos del autobús son cuatro peregrinos a quienes les extraña la cantidad de flores lilas que hay a lo largo del trayecto. Les dice que son retamas, cosa que confirma el conductor.

Me había llamado para avisarme que llegaría sobre las nueve de la noche y para que fuera a esperarle a la parada, así que una vez en Muxía, se despide de sus acompañantes y le acompaño al albergue privado donde ocupa la litera que yo le había reservado. Después salimos a cenar algo y luego tomamos un café en un bar cerca del albergue donde se nos une una lugareña, María del Carmen, que nos cuenta que es una artista, que si sus cuadros no se venden por culpa de unos o de otros, que si el gobierno está corrupto, etc., bueno que nos parece que desvaría un poco, asi que finalizada la consumición nos marchamos rápidamente al albergue donde también se aloja ella aunque en una habitación distinta.

Muy cansados, pronto quedamos profundamente dormidos.