ESCAPADAS



Página Principal

Inicio
Prólogo
Astorga
Foncebadón
Ponferrada
Villafranca
O Cebreiro
Samos
Morgade
Palas de Rei
Ribadiso
Monte do Gozo
Santiago

Contactos

Mi Primer Camino
(Rodrigo)


macardiel@terra.es



Sábado, 7 de Mayo de 2005
Etapa 3: DE PONFERRADA A VILLAFRANCA DEL BIERZO


Ponferrada

Acompañados por Marina, sin saber si el resto de amigos habían ya partido, comenzamos no muy temprano el Camino hacia Cacabelos, donde Ángel por fin se incorporaría a nuestro grupo en la comida. Sabíamos también, por una llamada de Luis, que el grupo de sevillanos se encontraba ya en Ponferrada y que se uniría a nosotros seguramente a la hora de comer.

Grupo de peregrinos sevillanos

Iglesia en Ponferrada

Sin prisas, pues nuestra intención era llegar a comer a Cacabelos y teníamos tiempo más que suficiente, bajo un caluroso sol, pasamos Columbrianos y Fuentes Nuevas, hasta llegar sudorosos a Camponaraya. El día es claro y luminoso, y agradable el caminar, sobre todo por la sombra.

Fuentes Nuevas

Acompañados por Marina, descansamos tranquilamente en la terraza del bar en la Plaza de Camponaraya, disfrutando de la espléndida mañana.

Marina en Camponaraya

Rosa, aunque reacia al principio a fotografiarse con nosotros, nos atiende estupendamente con refrescantes cervezas. Después nos contaría que había residido algunos años en Segovia y que guardaba un buen recuerdo de la ciudad. Nos dió recuerdos para un amigo suyo que dirigía un centro para perros abandonados en Segovia y donde ella había recogido uno. Finalmente accedería de buen humor a fotografiarse con Michel.

Rosa

Muchos peregrinos se ven a lo lejos caminar por la carretera hacia Cacabelos. Aproximadamente a las 12:00 vemos pasar un grupo que me parecieron los sevillanos. Michel se aproximó decidido a saludarles pero, quizás por la distancia, quizás porque actualmente su vista deja mucho que desear, al no hacer caso de sus señas, volvió a la mesa afirmando que no debían ser ellos.

Poco después, Angel nos llama para confirmarnos que había salido de Segovia y que estaba llegando a Ponferrada por lo que decidimos continuar hacia Cacabelos, no fuera a llegar antes que nosotros.

Cacabelos

Efectivamente, cuando llegamos ya Ángel, Bebi y el grupo de sevillanos se encontraban en "Prada a Tope", esperándonos. Luis, Marino y Mauri habían decidido continuar hacia Villafranca con la intención de ir aproximándose los más posible a Pereje, lugar donde tenían planeado echar la caña y pescar. Aquella noche dormirían los tres en Pereje y madrugarían después para pasar la mañana pescando.

Comida en "Prada a Tope"

Efectuadas las correspondientes presentaciones con el grupo de sevillanos dimos cuenta de una excelente comida y después de algunos elixires salimos rezagados tras Ángel, Marina y el grupo de sevillanos que se habían adelantado hacia Villafranca.

Cacabelos

La tarde era espléndida aunque, después de la comída, como solía suceder, había pocas ganas de andar. Despacio, camino adormecido esperando a Michel que se va rezagando mientras toma algunas fotos de los viñedos y de unos estudios escultóricos que, al parecer, le interesan mucho.

Futuro vino del Bierzo

Estudios A.Nogueira - Camino de Villafranca del Bierzo

Por fin llegamos a Villafranca del Bierzo, al albergue de "Jato", donde ya nuestros amigos descansan después de las correspondientes duchas. Teníamos intención de dormir allí y, si fuera posible, asistir a la famosa quimada de "Jato".

Villafranca del Bierzo

Una vez acopladas nuestras mochilas y antes de ducharnos salimos a descansar un rato mientras tomamos unas cervezas, amable invitación de Jesús (Jato), junto al resto de nuestros amigos.

Con "Jato"

Angel aparece recién duchado, charlando con "Jato", con una toalla enrollada a modo de falda y una camiseta en la mano. Nada más verle intentamos tirar de la toalla pero, al parecer, estaba vestido, por lo que desistimos del intento y de la broma.

En el albergue de "Jato"

Mientras Michel y yo nos retiramos para ducharnos y prepararnos para la cena, Marina y Ángel se entretienen efectuando algunos estiramientos. Marina nos había comentado que imparte clases de Aerobic en Valencia.

Estiramientos

El famoso albergue de "Jato", siempre en construcción desde que lo conocemos, ha experimentado importantes ampliaciones y mejoras. Además de los lavabos anteriores ha instalado otros nuevos con cómodas duchas también con agua caliente. Poco a poco, Jesús va cumpliendo su sueño. un año de estos lo encontraremos, por fin, terminado.

"Campus Stellae" (Albergue de "Jato")

Cuando todo el grupo estaba listo hemos bajado a cenar a la plaza del centro de Villafranca. Bebi, nuestra amiga peregrina del año pasado, se ha unido a la cena. Finalizada esta hemos regresado al albergue con intención de participar en la queimada de "Jato".

La "Queimada"

Con "Jato"

Después de pedir nuestros deseos (Michel esta vez, temeroso de que le sucediera lo del año pasado, ha pedido que no desapareciera su mochila) y probar el licor, algunos hemos decidido bajar de nuevo al pueblo a dar una vuelta mientras el resto se quedaba en el albergue. Angustias y Reyes, seguidoras hasta la médula del Betis, querían ver el final de la Copa del Rey en la televisión. Yoly, Ángel, Michel y yo hemos tomado unos cubatas en el mismo lugar donde habíamos cenado mientras veíamos cómo el Betis se llevaba la Copa. Poco después, acompañados por un hospitalero ayudante de "Jato", algo alegre, hemos regresado al albergue.

Vuelta al albergue ... cerrado

"Jato" me había comentado que a nuestro regreso, aunque el albergue parecería cerrado, podríamos fácilmente abrir el candado simplemente retirando un pasador con la mano. Cuando hemos intentado entrar, el candado, efectivamente, estaba cerrado, y yo había olvidado por completo lo del pasador. El ayudante de "Jato" tampoco sabía cómo abrir, así que hemos intentado abrir la verja tirando hacia nosotros de ella. Aunque por momentos parecía que toda ella se nos venía encima por fin hemos logrado, temerosos y entre risas, entrar de uno en uno por el estrecho hueco abierto.

Intentando abrir ...

Tiempo después nos enteraríamos que el resto de sevillanos, los que se habían quedado en el albergue, nos habían estado observando, muy divertidos, desde una ventana.

Con el hospitalero

Una vez en el albergue, ya tumbados dispuestos a descansar, alguien enfocaba hacia nuestras literas con una potente luz, como el de una cámara de filmar películas, así que Michel y yo hemos sacamos nuestras respectivas linternas y repelido como hemos podido el ataque de luces sin saber exáctamente quién se escondía tras el potente foco. Poco después sabríamos que se trataba del móvil de Paloma, una de nuestras amigas sevillanas.

Minutos después todo el mundo dormía profundamente. Esta vez, seguramente por el cansancio acumulado a lo largo de todo el día, no se escuchaban ronquidos.