CAMINO DE SANTIAGO 2013
Miércoles, 08 de Mayo de 2013
Etapa 5 - De El Acebo a Cacabelos (35,0 kms)

A las 07:00 de la mañana estábamos levantados. Bajamos a desayunar al mesón y antes de las 08:00 estábamos ya en marcha.

Saliendo de El Acebo nos topamos con una gráfica escultura realizada por Eulogio Pisabarros en memoria de Heinrich Krausse, peregrino alemán que falleció realizando el Camino.

En memoria de Heinrich Krausse

La mañana se presenta lluviosa, a ratos siri-miri y a ratos mas abundante, por lo que bajamos hasta Molinaseca por la carretera, que estaba cortada al tráfico por unas obras, pero algún coche sí pasaba a pesar de las dificultades.

Obras en la carretera

Riego de Ambrós

Dejamos atrás Riego de Ambrós tras la niebla y paramos en Molinaseca para tomar un pincho de tortilla con unas cervezas; compartimos mesa con Alex, un peregrino alavés de unos 30 años, que es la primera vez que viene al Camino, y que conocía Segovia; y continuamos en dirección a Ponferrada. A la entrada, es un error continuar por el camino en vez de por la carretera, ya que el camino da una vuelta impresionante.

Molinaseca
Con Alex, peregrino alavés

Cruzo Ponferrada de un tirón acertando enseguida con la Avda Camino de Santiago que en poco mas de media hora me situa en Columbrianos-Cuatro Vientos. Parada porque me duele un poco el tobillo y para comer algo ya que me pongo en contacto con Primi y Michel y vienen bastante retrasados. Están en Ponferrada y casualmente se encuentran con Bebi, amiga peregrina que conocimos hace años, por una de sus transitadas calles.

Ponferrada

Castillo de Ponferrada

La parada me dura aproximadamente una hora y como todavía no han llegado les llamo de nuevo para decirles que continúo. Al parecer Michel no puede andar debido al daño que le hacen las botas y decide coger un autobús hasta Cacabelos.

Camponaraya

Al llegar a Camponaraya hago una nueva parada, en el Mesón El Reloj, donde están comiendo las danesas Hanne-Lisse y Bettina. Me pido una caña y estamos un rato comentando las incidencias del camino, problemas de piés, etc. Llamo a Primi y calculo que está a una media hora, por lo que decido esperarle. Tambien viene con algún problema de piés. Las danesas se marchan hasta Cacabelos y nosotros nos quedamos otro rato en Camponaraya, ya que nos ha llamado Michel diciendo que tenemos sitio reservado en el alberge de Cacabelos.

Con Hanne-Lisse y Bettina

Entre Camponaraya y Cacabelos se disfruta el mejor tramo de la etapa. La hoya del Bierzo luce su paisaje salpicado de extensos viñedos y chopos.

Extensos viñedos

Avanzamos por una carretera y llegamos hasta el edificio del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del Bierzo. El Camino desciende y entra en Cacabelos por la calle Cimadevilla. Pasada la iglesia de Santa María -conserva el ábside románico- progresamos hasta el río Cúa, afluente del Sil.

Consejo Regulador D.O.

Tras cruzar el río Cúa nos encontramos con el Santuario de la Quinta Angustia, del siglo XVIII, en cuyo perímetro se encuentra el albergue de peregrinos, donde Michel ya nos espera junto a otros muchos peregrinos.

Santuario de la Quinta Angustia

El albergue se distribuye en pequeñas habitaciones con dos camas bajas cada una. Me acoplo en la de Michel y Primi ocupa otra contigua. Después dormiría acompañado por David, peregrino ingeniero de Madrid.

El albergue

Ya en el albergue, después de unas duchas y algunas curas, nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Se había quedado una tarde espléndida de sol.

Tarde espléndida

Tomamos unos vinos en la plaza y otros en el hostal La Gallega, donde aparecen las danesas con Iván, el suizo, a tomarse unos chatos.

Terraza del hostal La Gallega

Las peregrinas danesas con Iván, peregrino suizo

Después de tomar unos vinos en la terraza, nos metemos dentro a cenar el menu del peregrino por 10 euros y muy buena relacion calidad precio; caldo gallego, filete de ternera con patatas y tarta de queso casera. A las 21:50 llegamos al albegue.

Ha estado toda la noche lloviendo. El ruido de las gotas sobre las chapas de los tejados del albergue, a algunos, nos ha despertado.