A las 07:00 de la mañana estábamos levantados. Bajamos a desayunar al mesón y antes de las 08:00 estábamos ya en marcha.
Saliendo de El Acebo nos topamos con una gráfica escultura realizada por Eulogio Pisabarros en memoria de Heinrich Krausse,
peregrino alemán que falleció realizando el Camino.
En memoria de Heinrich Krausse
La mañana se presenta lluviosa, a ratos siri-miri y a ratos mas abundante, por lo que bajamos hasta Molinaseca por la
carretera, que estaba cortada al tráfico por unas obras, pero algún coche sí pasaba a pesar de las dificultades.
Obras en la carretera
Riego de Ambrós
Dejamos atrás Riego de Ambrós tras la niebla y paramos en Molinaseca para tomar un pincho de tortilla con unas cervezas; compartimos mesa
con Alex, un peregrino alavés
de unos 30 años, que es la primera vez que viene al Camino, y que conocía Segovia; y continuamos en dirección a Ponferrada.
A la entrada, es un error continuar por el camino en vez de por la carretera, ya que el camino da una vuelta impresionante.
Molinaseca
Con Alex, peregrino alavés
Cruzo Ponferrada de un tirón acertando enseguida con la Avda Camino de Santiago que en poco mas de media hora me situa en
Columbrianos-Cuatro Vientos. Parada porque me duele un poco el tobillo y para comer algo ya que me pongo en contacto con
Primi y Michel y vienen bastante retrasados. Están en Ponferrada y casualmente se encuentran con Bebi, amiga peregrina que
conocimos hace años, por una de sus transitadas calles.
Ponferrada
Castillo de Ponferrada
La parada me dura aproximadamente una hora y como todavía no han llegado les llamo de nuevo para decirles que continúo. Al
parecer Michel no puede andar debido al daño que le hacen las botas y decide coger un autobús hasta Cacabelos.
Camponaraya
Al llegar a Camponaraya hago una nueva parada, en el Mesón El Reloj, donde están comiendo las danesas Hanne-Lisse y Bettina.
Me pido una caña y estamos un rato comentando las incidencias del camino, problemas de piés, etc. Llamo a Primi y calculo
que está a una media hora, por lo que decido esperarle. Tambien viene con algún problema de piés. Las danesas se marchan
hasta Cacabelos y nosotros nos quedamos otro rato en Camponaraya, ya que nos ha llamado Michel diciendo que tenemos sitio
reservado en el alberge de Cacabelos.
Con Hanne-Lisse y Bettina
Entre Camponaraya y Cacabelos se disfruta el mejor tramo de la etapa. La hoya del Bierzo luce su paisaje salpicado de
extensos viñedos y chopos.
Extensos viñedos
Avanzamos por una carretera y llegamos hasta el edificio del Consejo Regulador de la Denominación de Origen del
Bierzo. El Camino desciende y entra en Cacabelos por la calle Cimadevilla. Pasada la iglesia de Santa María
-conserva el ábside románico- progresamos hasta el río Cúa, afluente del Sil.
Consejo Regulador D.O.
Tras cruzar el río Cúa nos encontramos con el Santuario de la Quinta Angustia, del siglo XVIII, en cuyo perímetro se
encuentra el albergue de peregrinos, donde Michel ya nos espera junto a otros muchos peregrinos.
Santuario de la Quinta Angustia
El albergue se distribuye en pequeñas habitaciones con dos camas bajas cada una. Me acoplo en la de Michel y Primi ocupa otra
contigua. Después dormiría acompañado por David, peregrino ingeniero de Madrid.
El albergue
Ya en el albergue, después de unas duchas y algunas curas, nos vamos a dar una vuelta por el pueblo. Se había quedado una
tarde espléndida de sol.
Tarde espléndida
Tomamos unos vinos en la plaza y otros en el hostal La Gallega, donde aparecen las danesas con Iván, el suizo, a tomarse
unos chatos.
Terraza del hostal La Gallega
Las peregrinas danesas con Iván, peregrino suizo
Después de tomar unos vinos en la terraza, nos metemos dentro a cenar el menu del peregrino por 10 euros y muy buena
relacion calidad precio; caldo gallego, filete de ternera con patatas y tarta de queso casera.
A las 21:50 llegamos al albegue.
Ha estado toda la noche lloviendo. El ruido de las gotas sobre las chapas de los tejados del albergue, a algunos, nos
ha despertado.
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