Desayuno en el bar junto al albergue con las peregrinas canarias. Amanece nuboso, con mucha bruma y frio, pero tiene buena
pinta el dia.
Mojón en Triacastela
San Cristovo do Real: Ermita
Decidimos ir por Samos y en el primer tramo, un poco despues de S. Cristovo, unos perros pequeños nos empiezan a ladrar,
poco después de haber adelantado a una peregrina coreana. Esperamos un poco para ver que pasaba con ella y los perros y,
efectivamente, cuando llega a su altura empiezan a ladrar, encarandola. La pobrecilla, asustada, no se atrevía a pasar,
por lo que me acerco un poco para decirla que pasase. Por fin se decide y deja atrás a los perros. Nos lo agradeció.
Iglesia de San Martiño do Real
Continuamos por un camino muy bien trazado con un paisaje excelente entre robles, lo que hizo este tramo bastante ameno.
Primera parada en Samos. Cervezas y bocadillo de tortilla de chorizo en una terraza al sol frente al Monasterio, por lo
que no daban ganas de levantarse. Llegaron las coreanas que pararon en el mismo bar ya que al menos una de ellas había
estado allí hacia 2 años.
Monasterio de Samos
Estuvimos en torno a una hora y decidimos continuar la marcha por el camino, no por la carretera, a sabiendas de que hay
algún kilómetro más.
En Samos
En Samos
Siguiente parada en Aguiada, donde están de obra en el bar del pueblo, pero han abierto una arrocería restaurante en las
inmediaciones, con terraza y muy bien montado. Decido parar allí y se lo digo a Primi por telefono; llega al cabo de
unos 20 o 25 minutos.
Descanso en Aguiada
Después de un par de cañas decidimos pedir un arroz para comer y nos dice el dueño que está a punto de salir una paella
valenciana, a la que nos apuntamos. Muy bien la comida, que con dos vinos y una cerveza cada uno salimos a 13 euros.
Mientras estamos comiendo llegan dos danesas de un grupo de 4 ó 5, a quienes había adelantado por el camino e incluso
hecho algunas fotos. Se llaman Birthe y Bente y vienen en un grupo organizado con coche de apoyo, no duermen en albergues
y traen mochila pequeña. Nos hicimos alguna foto en la arrocería.
Peregrinas danesas
Peregrinas danesas
Continuamos la marcha hasta Sarria, donde tan solo nos faltan 4 kms, y no tenemos problemas en el albergue municipal. Como
todos los oficiales a 6 euros y cama baja. No hay mucha gente. Duchas y vuelta por el pueblo; primera parada mesón O Tapas.
Todos los peregrinos sentados al sol en su terraza, incluso el matrimonio australiano, que estaban con otra peregrina
compartiendo unos pinchos y una botella de vino.
Primi tiene interés en presentarme a Isabel, una peregrina francesa, de Grenoble, que le ha dado unas agujas para pincharse
las ampollas, por lo que volvemos al albergue y contactamos con ella.
Con Isabel, peregrina francesa
Con Isabel, peregrina francesa
Nos vamos a tomar unos chatos después de hacernos unas fotos a la puerta del albergue y nos comenta que se va a marchar
mañana para Santiago porque quiere llegar en autobús a Finisterre y el martes tiene que regresar a Francia. Entramos en un
bar para tratar de gestionarle la mejor combinación y aprovechamos para tomar unos chatos, a los que al poco rato se apuntó
Virginia, una peregrina valenciana.
Con Isabel y Vitginia
Estando en la barra entran 4 peregrinas y además de algo para cenar piden whisky para dos de ellas; el dueño del bar ya no
se sorprende de nada. Después nos enteramos de que lo habían pedido por problemas de garganta; las otras dos eran una
madre y una hija, alemanas, que hablan bastante español.
Iglesia de Santa Mariña de Sarria
Pedimos unos pinchos de pulpo y de bacalao que con las tapas y vinos hicieron de cena, hasta que dieron las 21:55 y nos
marchamos corriendo al albergue, ya que al parecer el cierre a las 22:00 era bastante riguroso.
Con la hospitalera
Peregrina catalana
No obstante al llegar nos quedamos
un buen rato hablando de Segovia con la hospitalera y con las peregrinas catalanas. A las 22:30 a la cama.
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