Nos levantamos a las 7 de la mañana; habíamos quedado en ir a desayunar a la Fragua a las 8. Llego un poco antes y estaba Pepe, el padre de María. Esta no había bajado todavía. Me comenta que se va a Ponferrada, que está esperando a uno que le va a llevar.

Al poco llegan Michel y Primi. Michel dice que se vuelve a casa, que va muy a disgusto con las botas y que no quiere subir el Cebreiro. Le comento que Pepe Mosquera se va a Ponferrada y que posiblemente pueda llevarle. Decide marcharse con ellos y Primi y yo continuamos el camino.

Hace frio aunque el dia está despejado. Subimos el primer tramo asfaltado hasta la bifurcación bicis/a pie. Unos 300 metros bajando y empieza la pendiente mas dura que en unos 20 minutos nos sitúa en La Faba.

Primi se toma un café y yo tan solo me quito el polar para continuar con la pendiente. Dos horas después de salir de Las Herrerias llegamos a O Cebreiro. Por el camino hemos adelantado a varios peregrinos, entre ellos dos chicas y un chico catalanes, que habían dormido la noche anterior en el mismo albergue que nosotros y a quienes hago alguna foto.

Arriba está instalada la niebla y hace bastante frio, por lo que nos metemos dentro de uno de los bares. Estamos allí un buen rato hasta que parece que la niebla va levantando y continuamos el camino por la carretera.

Siguiente parada en Alto do Poio. Cervezas y bocadillos. Aquí conocemos a tres simpáticas peregrinas canarias: Esther, Teresa y Manoli.

Siguiente parada en O Biduedo. Isabel y su hija Mª José nos reconocen al instante y nos quedamos allí un buen rato. Van llegando algunos peregrinos como el italiano Carlo, la valenciana Virginia y la noruega Linda.

Conocemos a una pareja australiana de unos 50 años (más tarde supimos que se llaman John y Sussie). Vienen dos meses a Europa, de los cuales pasan 5 semanas en el camino. Estuvimos hablando con todos un rato mientras nos comiamos unas setas con jamon y unos vinos.

Continuamos hasta Triacastela donde llegamos sobre las 17:30. Parada en el albergue municipal. Hay camas bajas, lavadora y secadora, por lo que decidimos quedarnos. 6 euros. Duchas, colada, secadora (aquí conocemos a Jessi, una peregrina catalana que viene con dos amigas, que estaba haciendo un poco de colada), y nos vamos a dar una vuelta por el pueblo.

Nos sentamos en la terraza del Mesón Xacobeo, donde habia muchos peregrinos que antes no habíamos visto por el camino. Nos tomamos unos vinos hasta que aparecen las canarias. Otra ronda de vinos y nos metimos a cenar. 10 euros el menú: muy buena relación calidad/precio.

A las 22:00 horas, corriendo nos fuimos a dormir. Había un aleman en nuestra habitación, de estos un poco hippies que comen soja encima de la cama. Como al final se quedó la puerta abierta nos quedamos un rato fuera hablando con Gonzalo, el novio de Sandra, los peregrinos catalanes. Sobre las 22:30 nos fuimos a la cama.