Este año hemos decidido recorrer el Camino Primitivo, desde Oviedo a Santiago, tramo aún desconocido para nosotros, aunque cada vez más transitado por los peregrinos, a pesar de su dificultad. Se trata de caminar unos 315 kilómetros divididos en etapas más o menos adaptadas a los 13 días que disponemos para caminar.

También este año, por diversas circunstancias personales de algunos compañeros, la tropa se nos ha reducido únicamente a tres: Ángel, Primi y Míchel.

Hoy hemos subido con nuestras mochilas a la estación de trenes Guiomar de Segovia donde, una vez pasado el control de acceso a los trenes, hemos tomado un tren "alvia" que, aunque ha salido con 25 minutos de retraso probáblemente debido a la huelga del personal de servicios de la renfe, a las 16:15 estábamos ya en Oviedo.

Nada más llegar a la ciudad, después de unas cervecitas en el Restaurante Carta de Ajuste, en la calle Covadonga, muy cerca del albergue, hemos comido unos garbanzos con callos, bocartes fritos con crujiente cecina y unos excelentes postres.

Nada más comer nos hemos dirigido al albergue "La Peregrina", con varias habitaciones. Nos asignan una de seis plazas para nosotros tres. Una vez inatalados, hemos dejado nuestras mochilas.

Poco después nos hemos acercado a la Catedral, donde queríamos adquirir nuestras credenciales. Ya con ellas en nuestro poder, hemos dado una vuelta por la ciudad, poniendo nuestros primeros sellos en algunos lugares.

Hemos tomado unas sidras en La Pumarada. Después de recorrer un poco el itinerario de salida para asegurarnos por dónde tendríamos que comenzar el Camino al día siguiente, hemos regresado al albergue para, poco después, salir con intención de cenar algo.

Recorremos las calles principales de la ciudad, muy concurridas, mientras tomamos algunas sidras y hacemos algunas fotos.

Dejamos atrás el Teatro Campoamor y visitamos el espectacular Palacio de Exposiciones y Congresos de la Ciudad de Oviedo.

Después nos acercamos de nuevo al restaurante La Pumarada, donde mientras cenamos fritos de pixin, mejillones al vapor y picadillo con patatas, vemos el primer tiempo del Celta de Vigo - Manchester.

Después de cenar, para ver el segundo tiempo, nos sentamos a tomar unas cervezas en un bar de la Gascona en la terraza de fuera, pues hace bastante bueno, y desde allí nos vamos a dormir al albergue. Eran en torno a las 23:15.