Nos levantamos a las 07:00 de la mañana. Los del albergue nos habían dejado preparado un desayuno comunitario. Tras la correspondiente recogida de mochilas y cacharros del desayuno nos ponemos en marcha en torno a las 7:50. La temperatura es excelente, además estaba nublado, por lo que se nos presenta un día idóneo para caminar.

Avanzamos por un territorio rural de vastos prados con un gran número de pequeñas parroquias sin servicios y con más asfalto de lo deseado. En Burgo de Negral, en 2017, Marilena y Luis abrieron un taller de cuero y un puesto con frutas, bebidas y pasteles, a donativo.

El Camino transcurre por la Vía Romana hasta Ferreira, donde se encuentra el pequeño puente romano de un solo arco sobre el río Ferreira.

Continuamos la marcha hasta Ax Seixas donde efectuamos una primera parada. En el bar Casa Goriños nos tomamos un bocadillo de salchichón con una cerveza. Allí estuvimos en torno a una hora.

Pasamos por Casacamiño y superamos un modesto alto a través de una pista pedregosa, con bonitas vistas. Más adelante llegamos en bajada a Hospital das Seixas, donde a la salida hay una bonita zona de descanso con una fuente y algunas esculturas.

Continuamos otro tramo de otros 12 o 13 kilómetros hasta el pueblo de Villamor donde efectuamos una larga parada en la Parrillada Bar Carburo en Toques.

Se nos unen en una terraza al sol algunos peregrinos con los que vamos coincidiendo: Paloma y su padre, Natalia y dos peregrinas alemanas a las que no conocemos.

Tomamos cervezas, ensaladas y filetes de lomo, hasta que se nos hicieron cerca de las 15:00 horas; nos quedaban tan solo 5 km hasta Melide porque nos indicaron un atajo en el que nos ahorraríamos algún kilómetro.

Llegamos a Melide después de las 16:00 horas y enseguida encontramos el albergue Arraigos en una primera planta al lado de una cafetería; éramos los primeros peregrinos que llegaban ese día ya que en Melide hay muchísimos albergues, por tanto pudimos elegir cama.

Aquí confluye el Camino Primitivo, procedente de Oviedo, con el Camino Francés. El cruceiro junto a la capilla de San Roque (siglo XIV), es uno de los más antiguos de Galicia.

Después de acoplarnos y ducharnos salimos a dar un paseo por el pueblo, tomamos algunas cañas y, como no podía ser de otro modo, nos vamos al Ezequiel, a cenar, acompañados por Javier, el peregrino asturiano, Paloma y su padre, peregrinos catalanes, y las dos peregrinas alemanas que habíamos conocido en la Parrillada Bar Carburo de Toques.

Despachamos con nuestro viejo conocido Jorge regente del Ezequiel (que por cierto, ha engordado bastante) y con Mercedes, su esposa, mientras tomamos buenas raciones de pulpo regadas con abundante ribeiro. Finalizada la cena nos retiramos al albergue a dormir pues la etapa ha sido muy larga.