CAMINO DE SANTIAGO 2017
Domingo, 07 de Mayo de 2017
Etapa 3 - De Salas a Tineo (20,2 kms)

Este día hicimos más pereza para levantarnos; como nadie dio las luces nos dieron las 8:00 de la mañana en el albergue. Por lo tanto una vez hechas las mochilas salimos en torno a las 8:30.

Desayunamos en el bar La Luciana justo enfrente del albergue; la señora muy amable nos regaló, para el camino, un bocadillo y un plátano a cada uno; nos dijo que tenía por costumbre hacerlo con los peregrinos.



Bar La Luciana


El arranque de la etapa nada más salir de Salas es una cuesta arriba permanente en torno a 7 kms con muy pocos descansos incluso con un par de tramos de considerable dureza. Hace un tiempo espléndido para caminar.

Nada más salir de La Luciana con mi bolsita con el bocadillo y el plátano, me encuentro con un peregrino que camina muy rápido y me saluda pidiéndome un cigarrillo. Le doy un "ducados" y lumbre; me da las gracias, y me deja atrás subiendo la cuesta a paso rápido. Después lo comentaríamos con mis amigos y con otros peregrinos, pues todos le hemos visto. Parece que va sin dinero y que vive de lo que le dan los peregrinos y los hospitaleros de los albergues. Como no conocemos su nombre le hemos bautizado como "el artista".

Ángel se ha adelantado, de nuevo. Primi y yo ascendemos despacio agobiados por el fuerte calor; adelantamos a las dos francesas que caminan más despacio aún; mientras yo me adelanto, Primi ofrece a las francesas una crema para la piel, que ellas aceptan encantadas.

Superada la pendiente llegamos a Bodenaya donde no hay servicios prácticamente por lo que continuamos hasta La Espina.



Largas pendientes


Juntos otra vez los tres, al llegar al pueblo nos encontramos con un control de Rallyes pues, esa mañana, se celebra un rally por la comarca; menos mal que llegamos antes de que empezaran a pasar los coches puesto que los propios vehículos del Rally iban por el Camino de Santiago.



Control de rallyes




Control de rallyes: llegadas y salidas de los coches


Mientras vemos las llegadas y salidas de los coches al control nos tomamos unas cervezas en la terraza de una cafetería. Pasan algunos peregrinos entre ellos dos peregrinas que nos comentan que son de Santander y que son madre e hija, cosa que no creemos del todo, pues ambas parecen muy jóvenes y no aparentan gran diferencia de edad. Las dos se llaman Isabel.



Hace buenísimo




Fuertes subidas


Desde La Espina el camino se interna en el bosque por zonas que teóricamente son bastante embarradas pero que en este caso como llevamos dos días sin llover están bastante decentes. Cruzamos alguna fuente y un montón de riachuelos. Hasta llegar a la entrada de Tineo no hay nada donde parar. Ángel se ha adelantado y se detiene en un merendero en un parque para comer. Poco tiempo después llegamos Primi y yo.



Peregrina imponente


Ángel se ha tomado una ensalada estupenda de chipirones. Nosotros tomamos algunos pinchos además de grandes vasos de cerveza. Hace mucho calor, aunque se está bien a la sombra.



Descanso en parque de Tineo


Entablamos conversación con varias mujeres de Tineo que se han sentado a nuestro lado. A alguna le gustaría hacer el Camino aunque, hasta ahora, le ha sido imposible. Les contamos que llevamos varios años haciéndolo y nos preguntan, extrañadas, cómo nuestras mujeres nos lo permiten.



Indicador al Albergue Oficial del Camino de Santiago, en Tineo


Estamos a poco más de un kilómetro de Tineo y el trozo de camino que queda es cuesta abajo por lo que enseguida llegamos al albergue municipal. Poco antes, en una parada, Ángel había hecho una reserva de tres plazas en el Palacio de Meras, hotel de 4 estrellas, en la Plaza del pueblo, que también tiene albergue y el precio era razonable: 12 euros la cama.



Casa consistorial de Tineo




Hotel Palacio de Meras


Así que continuamos hasta el Hotel donde nos asignan las camas nada más llegar. El Hotel nos parece estupendo: limpio, cómodo, con opción de jacuzzi y sauna, grandes y acogedoras salas de duchas, bueno, especial de lujo, como dirían algunos. Algunas habitaciones eran de cuatro literas un poco estrechas, aunque las había individuales, como la que le asignaron a Ángel.

Después de las correspondientes duchas salimos al bonito pueblo a tomar unas cañas, ya que estábamos en el centro. Allí nos encontramos de nuevo con las dos Isabeles con quienes confirmamos que eran madre e hija; son naturales de Reinosa en Santander pero actualmente viven en Córdoba. Estuvimos un buen rato despachando con ellas contando algunas anécdotas de nuestros anteriores caminos. Ellas también han venido alguna vez principalmente por el francés. La mayor, la madre, tiene dos nietas de 3 años, mellizas, y está encantadita con ellas.



Con "las Isabeles"


Dimos un par de vueltas más por el pueblo y decidimos ir a cenar al propio Palacio de Meras ya que tienen menú de peregrino a 10 euros. A las 9 estábamos cenando y la verdad es que el menú estaba estupendo.

Poco antes de las 11 estábamos ya en la cama.