Por la mañana, muy temprano, el continuo ir y venir de Chema nos despierta a todos. Máximo ya ha comenzado sus tareas de escribano. Sentado en una mesa del albergue cumple con su compromiso recién adquirido de escribir la crónica de este año.

- ¡¡¡ Sr. Cardiel, preséntese en Comandancia !!!, bromea.

Máximo escribiendo "sus memorias"

I.T.V. de Primi

Como es habitual en él, Primi ya muestra algunas ampollas y se retrasa mientras se practica una pequeña ITV. Suele clavar una aguja con hilo en la ampolla y dejar el hilo colgando chorreando líquido. Soy incapaz de mirar, por lo que salgo del albergue. Máximo me acompaña mientras le esperamos. Ángel y Chema ya han salido con intención de buscar un lugar donde desayunar.

El albergue de La Caridad

La mañana es espléndida y el caminar se hace agradable. Pasado El Franco, cerca de Porcia, el grupo se separa. Algo adelantados, Primi y yo seguimos erróneamente las indicaciones de una GR (Gran Ruta) convencidos de que por allí iba también el Camino. No fue así. Después de un buen rodeo y de preguntar a un agricultor que faenaba con su tractor, llegamos a Tapia de Casariego, precioso pueblo costero distante unos 11 kilómetros de Ribadeo. Hemos seguido la variante del Camino que va por la costa y no pasa por Tol. Son las 12:30.

Llegando a Tapia de Casariego

Nos hacemos fotos junto a los formidables acantilados donde rompen las olas con fuerza. Descansamos tomando algunas cervezas mientras contemplamos la bonita Playa de Tapia y las hermosas vistas que el Cantábrico nos ofrece.

El puerto

Preguntando por el Camino

Mientras tanto, Ángel, Chema y Máximo, han seguido el camino interior hacia Figueras, según teníamos planeado en nuestro GPS, y se acercan a Tol, donde efectúan una parada. Poco tiempo después, dejarían atrás Figueras y llegarían a Ribadeo a tiempo de comer.

Indicador del Camino

En Ribadeo

Chema

Faro de Isla Pancha

El faro

Ángel

Nosotros partimos de Tapia de Casariego en dirección Oeste y continuamos bordeando el mar siguiendo la Ruta de las Playas sin hacer caso de las pocas indicaciones del Camino. Esta ruta bordea la costa recorriendo algunos senderos de pescadores que conducen directamente al mar. Desde lejos contemplamos las playas de La Paloma, Serantes, Misxota, Santa Gadea y Peñarronda mientras buscamos algún lugar donde poder comer. Cerca de La Paloma podemos contemplar las ruinas de un bonito castro celta.

Santa Gadea

Castro y mirador de Cabo Blanco

Por fin, a las cuatro de la tarde, tomamos la carretera que conduce a Ribadeo y paramos, sudorosos, con los hombros doloridos y muy cansados, a comer en el Hostal Casa Enrique, en Barres. Despues de descansar de nuevo en Salave en la misma ribera del Eo que separa Asturias de Galicia, cerca ya de Ribadeo, cruzamos el río por el gran Puente de los Santos y nos encontramos sorprendidos con Luís Barrio que ha llegado hoy a Ribadeo y andaba preguntando por el refugio. Juntos ya los tres nos dirigimos allí. Sentados en la puerta se encuentran Yolanda y Ramón, nuestros amigos sevillanos, Mientras nos saludamos, aparecen Luís Martín y su amigo, Jose. Todos ellos han llegado hoy a Ribadeo para comenzar desde aquí su Camino.

Yolanda

Ramón

Jose

Luis

En la puerta del albergue

Una vez acoplados todos en las literas del pequeño albergue subimos en pequeños grupos al centro del pueblo con intención de tomar una cerveza en el bar donde trabaja nuestra amiga rusa Masha y después buscar un lugar donde poder cenar los diez.

Regresamos charlando en grupos hacia el albergue. La noche es oscura y el tiempo espléndido. Cansados, nos vamos retirando a nuestras respectivas literas. Sorprendentemente, tampoco esta noche me han molestado los ronquidos aunque es seguro que más de uno hemos roncado.

Anochece en Ribadeo