CAMINO DE SANTIAGO 2006

ETAPA 10 - DE MONTE DO GOZO A SANTIAGO DE COMPOSTELA

Sábado, 13 de Mayo de 2006

Desayunamos en la gran cafetería del Monte do Gozo. Fuera, mientras fumo un cigarrillo, espero al resto del grupo que poco a poco van saliendo. El tiempo es fresco, soleado y agradable. Dispuestos a finalizar el Camino, descendemos hacia el “O Tangueiro” donde habíamos cenado la noche anterior y entramos en las calles de Santiago en pequeño grupos separados por escasos metros.


El Templario peregrino

Camino rápido y me voy adelantando hasta alcanzar a Luís Barrio que, solitario, nos lleva cierta distancia y parece esperarnos. Pronto se nos une Ángel y caminamos juntos hasta la “Fuente de los Deseos”.


Por las calles de Santiago

Sin aproximarme demasiado a la fuente temeroso de las habituales reacciones de Ángel en estos casos en las que uno suele terminar con la ropa totalmente empapada de agua, me comenta:

___ Este año no hay nadie para pedir un deseo.

A lo que le respondo:

___ Espera, a ver, que por ahí vienen Máximo y Chema.

Sentados en la fuente, esperamos a que se acerquen y les proponemos pedir un deseo con los ojos cerrados y lanzando una moneda de espaldas a la fuente mientras nosotros les hacemos una foto. Encantados, buscan alguna moneda y se disponen a pedir su deseo. Sorprendentemente, Luís Barrio se les une para pedir también el suyo. Yo me uno al ellos estratégicamente colocado a un lado del grupo. Mientras Ángel se dispone a tomar la fotografía, inesperadamente les cae una abundante lluvia de agua fresca que les hace alejarse corriendo muy sorprendidos. Muy divertidos, Ángel y yo, con la manga del polo empapada hasta el codo, no podemos contener las carcajadas.


Pidiendo un deseo

Continuamos ya los cinco sin incidentes hacia la Oficina del Peregrino donde, rápidamente, obtenemos nuestras “Compostelanas”. Según ya es costumbre, bajamos a plastificarlas en un establecimiento cercano a la Oficina del Peregrino. Mientras va llegando el resto del grupo y acompañados ya por Valentín, que se ha desplazado desde Segovia para unirse al grupo, tomamos algunas cañas esperando la hora de la Misa del Peregrino.

Este año, el “botafumeiro”, resplandeciente, brillaba más que de costumbre. Como en tantas ocasiones, hemos saludado al Santo dándole el típico abrazo por la espalda. Finalizada la misa, mientras nos aproximamos a la salida, vemos muy sorprendidos a Chema charlar con nuestra amiga Sol, aquella argentina, olvidada ya, que habíamos conocido al comienzo de nuestro viaje y a quien ninguno de nosotros esperaba volver a ver.


Con Sol, nuestra nueva amiga argentina


En la Plaza del Obradoiro

Después de algunas fotos a la salida y algunas despedidas, nos dirigimos al hostal con intención de abandonar allí las mochilas y prepararnos para ir a comer. Máximo nos ha reservado un restaurante que promete. Se llama “El Desvío” y se encuentra a unos cinco kilómetros del centro por lo que tendremos que tomar un taxi.


Comida en "El Desvío"


Comida en "El Desvío"

Finalizada la comida regresamos en taxi de nuevo a la ciudad donde algunos nos vamos a echar una buena y merecida siesta mientras otros pasean por Santiago y saludan a su paso a nuestras viejas y fieles amigas compostelanas.


Chema con nuestras amigas compostelanas

El Camino, por este año, ha concluído. Al día siguiente, después de efectuar algunas compras por las calles de Santiago, despedirnos de nuestros amigos y brindar por un próximo Camino, regrasaríamos a casa.


Por un próximo Camino