CAMINO DE SANTIAGO 2006

ETAPA 8 - DE RIBADISO A ARCA (O Pedrouzo)

Jueves, 11 de Mayo de 2006

Jose

Amanece cuando ya muchos peregrinos han abandonado el albergue. Mientras organizo la mochila mis amigos se van marchando. Al final, como en tantas ocasiones, me he quedado solo. Cuando paso por el cuarto reservado a sellar las credenciales dos peregrinos japoneses me preguntan si puedo ponerles el sello. Decidido, me siento tras la mesa y les pido el nombre, edad, lugar de procedencia y sus credenciales. Les anoto en el libro de peregrinos, les pongo el sello y se marchan sonrientes y agradecidos. Poco después, camino tras ellos hacia Arzúa por la empinada cuesta.

El cielo está nublado aunque no creo que llueva. Veo a lo lejos la cafetería donde otros años solemos desayunar aunque continuo sin detenerme. Pronto veo que Primi camina tras de mí. Se ha detenido a desayunar y sale cuando paso frente a la cafetería.

Arzúa queda atrás mientras camino por el bosque de carballeiras que me protegen del radiante sol. Muchas pequeñas aldeas van quedando atrás. Poco a poco Primi me ha alcanzado y caminamos juntos ahora por el bosque de eucaliptos que nos llevará hasta A Calle, donde tenemos previsto parar en el Mesón El Carro, ahora con otro nombre que no recuerdo. Pilar y Yolanda caminan tras nosotros mientras los demás van muy adelantados.

A Calle

En la entrada del pueblo han abierto un nuevo mesón que, cuando pasamos, está repleto de peregrinos. Nosotros continuamos hasta El Carro donde este año se nota la apertura del nuevo mesón pues no hay clientes.

En El Carro

Tomamos buenas cervezas mientras descansamos. Poco después, continuamos sin prisas el Camino. Tenemos intención de comer en San Pio, donde ya lo hemos hecho en otras ocasiones.

Esta vez, debido al buen tiempo, comemos en la terraza tras del edificio. Es un jardín bien cuidado con prados que invitan a tumbarse. Jose y Primi aprovechan para echar una cabezadita en unas buenas hamacas mientras nos preparan la comida.

Las hamacas

La sobremesa se alarga debido a la comodidad del lugar. El restaurante es muy agradable así como la muchcacha que nos atiende con mucha amabilidad. Quedan pocos kilómetros para llegar a Arca donde tenemos pensado pasar a saludar a Guillermo, el dueño del restaurante El Compás. Si procede, echaremos un mus con él ya que sabemos que le gusta.

La jefa

Una vez decididos a continuar cargamos las pesadas mochilas y nos despedimos hasta la próxima.

Listos para continuar

Poco tiempo después llegamos a Arca. Algunos van directamente al albergue mientras Primi y yo entramos por el Compás a saludar a Guillermo. Nos atiende Tania, simpática camarera que nos comenta que Guillermo no está.

Mientras charlamos tomando unas cervezas de alguna manera comentamos el tema de nuestra edad. A Primi le parece que no aparentamos la edad que tenemos mientras que en mi opinión ya se nos va notando, al menos a mí, la inminente llegada a la tercera edad. Primi no está de acuerdo y para demostrármelo pregunta sonriente a Tania que atiende el mostrador tras la barra:

___ Tania, cuántos me echas?.

Ella que ha escuchado parte de nuestra conversación, después de calcular mentalmente, le contesta:

___ A ti?, 37

___ Tantos?, ¡¡¡ Qué exagerada !!! ___ contesta Primi sonriente, mientras nos reímos divertidos.

Tania parece no entender el por qué de nuestras risas cuando escuchamos a una mujer, tras una columna, partirse de risa al tiempo que dice:

___ ¡¡¡ Tania, que hablan de "kikis" !!!.

Cuando Tania cae en la cuenta, nos estamos partiendo de risa muy divertidos.

Con Tania

Poco después nos dirigimos al albergue. Aunque nuestros compañeros nos habían reservado unas literas dobles al comprobar que quedaban libres dos camas bajas infinitamente mejores que las literas nos trasladamos allí.

En el albergue de Arca

Después de una buena ducha bajamos a tomar algo al bar de Guillermo. Mientras hacemos tiempo para la cena surge una nueva partida en la que Chema y Guillermo compiten contra Jose "El Maestro" y contra mí y, como era de esperar, les toca pasarse por la barra.

Mientras tanto, Luís, Máximo, Ángel y Primi, juegan la suya y Pilar y Yolanda se entretienen charlando.

Poco después cenamos allí mismo, tomamos nuestros "elixires" y nos retiramos al albergue mientras comentamos las incidencias del largo día.

En El Compás, con Guillermo y esposa