CAMINO DE SANTIAGO 2006

NUEVE ANÉCDOTAS PEREGRINAS










Jose María Gonzalo
Segovia, 21 de Mayo de 2006



El grupo de peregrinos con el que he hecho este año el camino de Santiago cuenta con cronistas experimentados en narrar las peripecias del viaje. Intuyo que Máximo va a dar la campanada con su relato; lo he pasado bien con todos, pero viajar con Máximo ha sido un privilegio por sus cualidades humanas y sus conocimientos de todo tipo, singularmente los literarios. Pese a todo me decido a escribir esta crónica en forma de anécdotas peregrinas, o sea, singulares o extravagantes, e intranscendentes.

1.- La precisión lingüística de un piloto

Para acceder al punto de partida de este Camino 2006 tomamos un vuelo de Air Europa que partió de la Terminal Cuatro del aeropuerto de Madrid a las siete de la mañana del día 4 de mayo. Al poco de instalarnos en el avión el piloto dio la bienvenida a los pasajeros, informó de la duración del viaje, de la temperatura en el aeropuerto de destino – Asturias – y anunció que en el mismo estaban cayendo chubascos de lluvia. Me llamó la atención la expresión porque no me imaginaba que los chubascos pudieran ser de otra cosa. Consultado el Larrousse, a la vuelta de viaje, apruebo la precisión lingüística del piloto quien, además nos condujo a nuestro destino sin ningún sobresalto en una mañana con meteorología inestable. Los chubascos de lluvia – ya casi chirimiri – cesaron al poco de iniciar la primera etapa en Luarca y, casi, no volvieron a acompañarnos en el resto del camino.

2. Estadísticas personales de la marcha

Uno de mis entretenimientos durante el camino consistió en cronometrar el tiempo real de marcha con la mochila de 11,8 kilos a las espaldas. He aquí los resultados: empleé un total de 50 horas y 50 minutos para hacer 255 kilómetros lo que arroja una media de 5,016 kilómetros a la hora; la etapa más larga, de 39 kilómetros, entre Ribadeo y Mondoñedo me llevó 7 horas y 49 minutos a una media de 4,99 km/hora; La más corta ( exceptuando la última entre Monte do Gozo y Santiago ) y a la vez, la más lenta, entre Ribadiso y Monte do Gozo, de 15 km., 3 horas y 31 minutos a una media de 4,265 km/h.; la más rápida, de 37 km entre Mondoñedo y Villalba, a una media de 5,36 km/hora me ocupó 6 horas y 54 minutos. Tengo la impresión de que la medición oficial de alguna etapa no es correcta.

3.- Versos populares

Al llegar al albergue de Mondoñedo, lo encontramos cerrado, porque así lo decidió una pareja de peregrinos austriacos que se fue de turismo con la llave en el bolsillo; mientras Ángel intentaba solucionar el problema en la policía municipal, descanso en los alrededores del albergue, donde pace un burro, propiedad – luego lo descubriríamos – de un peregrino francés que retornaba a su país después de hacer el camino de la plata desde Sevilla a Santiago. Contemplando el asno estaba, cuando pasó por allí un paisano de edad avanzada que entabló conversación conmigo contándome las grandezas de Mondoñedo, su historia, sus monumentos..... y algunos chascarrillos, como por ejemplo el refrán, en forma de verso que, no sé por qué, tiene que ver con la tacañería, y dice ( supongo le vino a la mente por el burro que pacía a nuestro lado ):

El burro del obispo
de Mondoñedo
a todo lo que le piden
le pone peros


El burro peregrino

Y hablando de versos, de mucha más enjundia son los de Xoan Corral, pintoresco personaje que aúna las condiciones de cómico, restaurador y poeta – no sabría decir por qué orden – y que el peregrino puede encontrar en el restaurante Galicia de Baamonde, del que es propietario. Cito dos:

Cando nacín en Galicia
chamábanme neno rico
como ia a ser pobre
nacendo nun paraiso

Non presumas da tua forza
presume da tua cultura
a cultura non se gasta
e a forza pouco dura


Xoan Corral con Pilar y Yolanda, al término de su actuación

Y para cultura la del peregrino que decidió dejar su impronta en la pared del albergue de Arzúa ( todas las paredes del albergue están llenas de inscripciones y graffittis - ¡ hacer el camino para esto ! - ) con este verso:

con cariño y emoción
me peo con ilusión

Espero que después del esfuerzo intelectual le quedara algo de materia gris para transmitir a sus herederos

4.- El sentido de la distancia, el tiempo y otras magnitudes, de los gallegos

Primera exageración: al mediodía del domingo 7 de mayo – cuarta etapa entre Mondoñedo y Villalba – entramos un grupo de cuatro peregrinos en el pueblo de Martiñán – más largo que un día sin pan, como muchos otros – y preguntamos en el primer bar que encontramos si nos pueden dar de comer; la dueña nos dice que no, que tenemos que ir a La Parrillada, que se encuentra en la misma acera a un kilómetro de distancia; llegar al restaurante nos lleva casi media hora: dos kilómetros largos.

Segunda exageración: el restaurante se encuentra totalmente ocupado y hay personas esperando mesa; preguntamos por el tiempo aproximado de espera y nos indican que una hora; desanimados, decidimos no obstante esperar y descansar tomando unas cañas; enseguida observamos que la cola de espera se aligera y en escasos diez minutos – todavía teníamos a medias la segunda caña – llega nuestro turno.

Tercera exageración: contemplando desde la barra del bar el asado de la carne, nos entra el apetito de parrillada por su buen aspecto, pero como nos quedan todavía unos doce kilómetros de distancia sugerimos al maitre unas porciones moderadas, sugiriéndonos dos raciones para los cuatro; comemos hasta saciarnos y aún queda en la fuente carne suficiente para que el siguiente grupo de peregrinos la utilice como pinchito de acompañamiento para sus primeras cañas.

Y por último, la cuenta a ojo: el coste de la comida – parrillada, ensalada abundante, pan vino con casera, cafés y chupitos - 55 euros, precio del que se nos informó de viva voz, sin factura, ticket ni nada por el estilo. Pareciéndonos razonable, pagamos y seguimos nuestro camino.

En los días finales del Camino hasta Ángel estaba impregnado de este espíritu gallego de imprecisión: a cualquier pregunta que le hiciéramos, siempre respondía: depende (... de cuando nos levantemos, de las paradas que hagamos, de las cañas que tomemos, de los elixires que caigan....)

5.- El pueblo de don Manuel

En Villalba, pueblo de D. Manuel ( Fraga, naturalmente ) hay un albergue de peregrinos que goza de una doble virtud: la primera la de ser moderno, con instalaciones adecuadas y limpio; la segunda la de tener separados los habitáculos de hombres y de mujeres, como debe ser. No era menos de esperar en el pueblo de D. Manuel a quien sus paisanos reconocen sus méritos por diversos medios: entre otros mediante la venta de botellas de vino con una pegatina que es todo un homenaje al ex-presidente de la Xunta.


Chema y un tendero de Villalba charlan sobre la botella cuya pegatina,
con la foto de D. Manuel Fraga, dice: GRAN RESERVA DE ESPAÑA )

6.- La caridad bien entendida

En el pueblo de Miraz, punto de llegada de la sexta etapa, hay un albergue regentado por una organización denominada Confraternity of St. James, en el que no se nos permitió alojarnos porque sus normas – según nos explicaron - impiden el alojamiento de grupos; esta circunstancia trastocaba nuestro plan de viaje obligándonos a continuar la marcha y a recomponer las etapas sucesivas, por lo que insistimos, educadamente, en nuestra solicitud de alojamiento, insistencia que fue contestada con un nuevo argumento tan contundente como peregrino: si alojaban a nuestro grupo, no podría alojar ese día a otros que llegaran con posterioridad. Dudo de que aquél día llegaran a Miraz nuevos peregrinos, dada la costumbre de nuestro grupo de actuar como coche escoba, por lo que el albergue debió quedar caso vacío, pero dado nuestro carácter pacífico, continuamos ruta en busca de otro aposento.

La organización Confraternity of St. James, según se explica en su página web http://www.csj.org.uk/miraz-intro.htm , fue fundada en 1983 con objeto de acercar a las personas interesadas, a las rutas medievales de peregrinos a través de Francia y España a Santiago de Compostela y a la rica herencia de arte, arquitectura, historia música, fe e interés humano asociado con ellas. Fue fundada como una entidad benéfica no confesional, convirtiéndose en 2001 en sociedad limitada, pero manteniendo su estatus de entidad benéfica. El albergue que regenta esta organización ocupa la antigua casa rectoral, gracias a la generosidad del obispo de Lugo, lo que expresamente se reconoce en la citada página web ( parece que en este caso el burro intercedió a su favor ante el obispo contradiciendo el refrán de Mondoñedo). ¡¡¡ Qué pena que la magnanimidad del prelado sea correspondida con un desprecio a determinados peregrinos !!!.

Potencial peregrino, si alguna vez decides pernoctar en Miraz, te aconsejo que vayas sólo – no pregunté si dos personas forman grupo - , hables inglés o cualquier idioma foráneo menos español o gallego, teñido de rubio, bien lavado y peinado, confesado, etc....., porque si no te van a dar......... ( no precisamente alojamiento o beneficencia, sino al menos otros 24 kilómetros hasta llegar a Sobrado dos Monxes, donde sí podrás encontrar alojamiento, de caridad, en el Monasterio, o de pago en el hotel del pueblo )

7.- Confusión idiomática

En las pequeñas parroquias del Lugo rural casi todo el mundo te contesta en gallego si le haces alguna pregunta y continúan hablando en gallego si mantienes la conversación – dudo de que algunas personas hayan utilizado alguna vez el español – por lo que con el paso de los días algo se te va quedando; en la etapa del miércoles caminamos en solitario Luís y yo, estamos acercándonos aun pueblo a la hora del mediodía, cansados además de física, psicológicamente, por haber sufrido un despiste que nos costó un par de kilómetros de mas y perder contacto con el grueso del grupo.

En estas estamos cuando oigo a Luís que me dice ( o yo entiendo ):
- voi morto

Yo le respondo:
- pronto vas a resucitar con el elixir del Santo

Ante su extrañeza por mi respuesta, descubro el malentendido ya que se había limitado a leer en voz alta el letrero anunciador del pueblo en el que estábamos entrando: Boimorto, pueblo bonito, relativamente grande, donde repusimos fuerzas para el resto de la marcha que transcurrió en una tarde muy calurosa.

8.- Lo que da de sí un chupito: diálogo intercultural

Tras cenar en el restaurante O Tangueiro, próximo al monte do Gozo, pedimos los consiguientes chupitos o elixires. El de Ángel rebosa hasta desparramarse, ante lo cual dice Helena, peregrina catalana:

- Xurrupa que bessa (*)

Y la sevillana Yolanda sugiere:

- toma un buchito

Ángel desprecia los consejos y se arrea el licor de un trago, ante lo cual Yolanda comenta:

- Quiyo, has apurao hasta la escurriaja

(*) sorbe que se derrama, en traducción de la autora

9.- Labacolla

El viaje de regreso lo iniciamos tomando un taxi para dirigirnos al Aeropuerto de Santiago que se encuentra próximo al pueblo de Labacolla. El taxista, dicharachero, nos pregunta si conocemos el porqué de tal nombre y, al responderle negativamente, nos explica que se debe a que por allí pasa un río en el que el apóstol Santiago se lavó el cuello cuando hizo el camino. Versión doblemente curiosa por ser el propio apóstol el que hizo el camino para visitar su tumba y por lavarse precisamente el cuello y no otra cosa, como, por ejemplo, los pies, que es lo que realmente apetece refrescarse y lavarse tras varias horas de marcha.

Esta es una versión adulterada de la verdadera, que he encontrado en el Diccionario secreto de Camilo José Cela, según la cual Lavacolla designa dos entidades de población ( una en la parroquia de San Pelayo y otra en la de San Orente ) y un río, que baña la primera de ellas, en el que los peregrinos medievales se lavaban los cojones antes de postrarse ante el Apóstol (Diccionario Secreto, volumen nº 1, acepción Cojón ). Si accedes a esta publicación, podrás descubrir que, aunque la denominación era la misma entonces, el autor del Liber Sancti Jacobi, del siglo XII, lo denomina Lavamentula al no atreverse a reproducir el verdadero puesto que sus coterráneos entenderían perfectamente su significado obsceno

Estas son algunas de las anécdotas, entre las muchas ocurridas a lo largo del viaje, que llamaron mi atención y de las que dejo constancia en esta magnífica página del Grupo Escapadas.

Segovia, 21 de mayo de 2006

Chema